Capítulo 5||Clases.

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5:20 • Casa de Sebastian.

Un día nuevo, y Sebastian yacía tendido aún en su cama, no durmiendo... Pero a veces le gustaba ver el techo y pensar en el origen del universo ¿Quién no lo ha hecho?

Después de un minuto más, se dignó a levantarse y salir de su cueva-muy a su pesar - finalmente encontrándose con el pequeño cuerpo de su hermano frente a él, aún adormilado. Ambos no querían ir a la escuela y quedarse a dormir, sus camas aún los llamaban.

Suspiraron por ese pensamiento, anhelando que un meteoro les cayera a sus aulas...

Derramando somnolencia por su estancia, se fueron a bañar juntos como acostumbraban a hacer y posteriormente salieron arrastrando los pies...

Con pesadez se comenzaron a vestir y cuando finalmente terminaron se encaminaron a sus destinos y sus recurrentes infiernos; el instituto.

[...]

5:53 • Instituto Yonji|Área de la escuela media.

Llegaban antes de la hora siempre acordada para la entrada de los alumnos, gracias a que Sebastian era maestro de esa institución. Caminaron con tranquilidad por los pasillos hasta llegar al salón de 1-A.

El castaño abrió con lentitud la puerta del salón teniendo a su hermano tras él.

-Bueno, aquí me retiro.- le sonrió el menor a Sebastian.

-Bien.- le devolvió el gesto de manera amable.

Susrros y chillidos de las chicas del salón se escuchaban a leguas y al parecer hablaban del peliazul.

-"Oye, oye. El hermano de Kei-chan es lindo"- se escuchó. Parecía que esas urracas no sabían disimular ni mucho menos susurrar de buena manera.

Al final ni siquiera le prestaron mucha atención a ello y Sebastian se retiró por los pasillos del lugar hasta llegar al área de Preparatoria y Universidad.

Caminó por el extenso campus lleno de arbustos y flores cargando su mochila ya bastante pesada pero al fin y al cabo la necesitará. Oliendo las flores como si fueran su último respiro.

[...]

6:00 • Campus.

Los alumnos y el personal faltante comenzaba a llegar en esos momentos mientras Sebastian se relajaba en la sala de maestros, con una ventana abierta frente a su escritorio con una vista al pasillo. Notaba como las alumnas se secreteaban y susrraban cuando pasaban frente a él... ¿Por qué eran tan molestas?¿Acaso les costaba tanto ser educadas?.

Pues al parecer si.

Y sin darse cuenta, un cúmulo de chicas se había amontonado frente a la ventana donde yacía el profesor de cabellos azules y ojos plateados. Ya no le preocupaba la situación, llevaba tres años en esa institución y siempre pasaba lo mismo con los de nuevo ingreso... Y con los otros igual.
Una que otra maestra también le tenía ganas, ya saben, lo típico. Pero él nunca llegó a entender ¿Qué le ven? No es un galán y no tiene el cuerpo perfecto, claro, hace ejercicio a diario pero... No tiene cuerpo de físico culturista. Eso más que parecer atractivo resulta aterrador...

Diferentes caminos, uno para escoger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora