4.Vamos a la playa

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No reaccioné. No podía.

Leo quiso acercarse a mi, pero el castaño con el micrófono lo impidió.

-¡Oh por Dios, chicos, creo que tenemos a la legendaria Leah Carter frente a nosotros!- El castaño me reconoce. Yo lo observo divertida mientras asiento con la cabeza.

Pero en mi mente seguía Leo, necesitaba hablar con él.

-Después de dos años fuera del país, otra de las campeonas ha regresado- Habla exagerando, como si fuera una pelea de verdad- ¡Bueno, traigan los chupitos! ¡La guerra entre el signo zodiacal y su melliza comienza!

Intenté aprovechar el tiempo en que trajeran los chupitos para rodear la mesa y hablar con Leo, pero no lo logré pues al instante varios chicos aparecen frente a mi colocando las pequeñas copas sobre la mesa.

Y así es, ninguno de los dos podía ir en dirección al otro. Teníamos que hacer la competencia.

Ya me encontraba de mi lado, y Leo del suyo.

Recuerdo que yo siempre le ganaba en esto a Leo, era la única que lo vencía. Por lo tanto, estaba segura de que podría ganarle nuevamente.

Mi mellizo me lanza una mirada la cual no puedo entender, luego se escucha el grito del castaño dando inicio a la competencia.

Las reglas eran simples. El que terminara primero ganaba, o quien llegará a más chupitos sin vomitar era el triunfador.

30 chupitos para cada uno.

Comenzamos a beber al mismo tiempo, por unos segundos ambos íbamos al mismo ritmo, pero dejé de prestar atención para concentrarme en ganar esto.

Iba por el chupitos 24, cuando el chico grita algo que me desconcertó.

-¡Y así es amigos, Leo Carter ha ganado!- Mi mirada viaja con velocidad a mi mellizo, quien se encontraba con sonrisa triunfante mientras en sus manos sostenía la última copa ya vacía.

Leo me había ganado, por primera vez en mi vida.

-Si, si, todo muy lindo, aja- Leo rodea la mesa y camina con rapidez hacía mi- Me la llevo conmigo, hasta aquí llegué hoy- Dice tomándome del brazo sin previo aviso y bajando de la tarima llevándome con él.

Después de eso no pude escuchar claramente lo que dijo el chico, solo sé que ahora mismo Leo se encontraba halándome entre la gente.

-¡Espera, Leah!- El grito se escucha como un pequeño murmullo por culpa de la música. Siento como alguien me toma de la otra mano, impidiéndole a Leo seguir arrastrándome.

Ambos volteamos a ver, encontrándome con Drew, quien me miraba desconcertado esperando que le dijese la razón por la cual el castaño me arrastraba.

-Rubio, te la devuelvo en un rato, es algo importante- Leo habla, Drew me mira esperando a que le afirme lo que acaba de decir. Yo asiento.

Drew suelta mi brazo y Leo nuevamente me arrastra.

Cuando me doy cuenta, ya estábamos fuera de la mansión en la que se estaba dando la fiesta, nos encontrábamos justo en la acera.

-¡Ay, bueno, ya sueltame!- Me quejé al fin, zafandome de su agarré. Al instante mi mano izquierda fue en dirección a mi brazo derecho, pues admito que Leo me lastimó un poco al halarme.

Leo me observa unos segundos en silencio, su cara no expresaba nada, parecía que no creía mucho en lo que veía.

De repente, sin previo aviso ya estaba abrazándome con fuerza. Yo al instante le correspondo el abrazo.

¿Este Es Nuestro Final? [MHYY #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora