¿Este Es Nuestro Final? [MHYY #2]

21.Sospechoso número uno [Especial, Scott POV]

Maratón 2/3.

Scott POV

Mis manos se dirigen a la ventana y deslizó el cristal hacia arriba para poder tener acceso a mi cuarto. Estaba sudando, la camiseta antes blanca se apagaba a mi cuerpo.

Cierro la ventana y corro hacia el baño, intentando no manchar de sangre el suelo de mi cuarto. Al llegar al lavabo me quitó la camiseta llena de sangre y comienzo a empaparla en un intento de quitar el tono rojo de esta.

-Date rápido- Susurro desesperada, si no lograba limpiar esto antes de que mis padres lleguen estaba totalmente frito. La imagen de Leo apuñalado llega a mi mente, sacudo la cabeza alejando ese pensamiento y sigo con mi tarea.

Luego de que la camiseta hubiera perdido el color rojo la lanzo a la esquina del baño, me quitó los pantalones y hago lo mismo que con la camiseta. El gorro no se había manchado, gracias a Dios.

Esta vez vengo por todos. Esta vez vengo por todos.

Cuando ya me he desecho de toda la sangre que antes tenía embarrada en la ropa y en el cuerpo, salgo del baño y con prisa busco unos pantalones de pijama y una franela que pudiese ponerme.

Termino de ponerme la ropa y en el momento que me acomodo el gorro la puerta de mi cuarto se abre mostrando a mi padre junto con el tío Arthur, frunzo el ceño al verlos aquí, simulando estar confundido.

-¿Qué sucede? ¿Ya encontraron a Leo?- Pregunto haciéndome el desentendido, me doy cuenta que mi madre estaba detrás de ellos mirándome con los ojos llorosos, eso me lastima.

-Scott, hijo...- Murmura mi padre, con algo de decepción en su voz, mi corazón se estruja al oír ese tono- Creo que deberás acompañarnos a la estación de policía.

-¿Hice algo malo?- Cuestiono con voz inocente, mi madre niega con la cabeza con lágrimas cayendo de sus ojos.

-No, cielo, de seguro todo esto será un mal entendido- Intenta acercarse, pero el tío Arthur la toma del brazo deteniéndola.

-Lina, Joseph, debo llevármelo, por ahora no quiero que ninguno de ustedes se acerque a él.

Observo a Arthur al momento que suelta a mi madre y saca unas esposas de uno de sus bolsillos. Pongo mi mueca de sorprendido que el inocente Scott hubiese puesto en momentos como este, debía engañarlos a como de lugar.

-Manos donde pueda verlas- Ordena, trago saliva y me volteo para que pueda esposarme, cuando escucho el click de las esposas al cerrarse mis ojos están fijos en mis padres, intentando preguntar que es lo que sucede. A pesar de que estaba totalmente enterado.

Arthur me empuja fuera de mi cuarto y me dirige escaleras abajo. Cuando estoy bajando los escalones me topo con la mirada sorprendida de algunos de mis hermanos, mis primos y mis amigos, el único que no parecía preocupado acerca de la situación era Roy.

Su mirada no era preocupada, él estaba enojado por lo que estaba haciendo. Como siempre lo ha estado.

-Lo lamento- Formulo con los labios sin pronunciar palabra, para que entiendese sin la necesidad de que alguien me escuchase o Arthur notara mi extraña comunicación.

¿Qué recibo como respuesta? A mi mejor amigo negando con la cabeza, un claro: No te librarás de esta.

Y por supuesto que no, ¡Si ya estoy esposado!

Salgo de la casa siendo encaminado por mi tío hasta su patrulla, me abre la puerta de los asientos traseros y entro sin dar quejas. Miro al frente, una reja separaba los asientos traseros de los delanteros, para asegurarse que el delincuente que iba detrás no le hiciera nada al policía.