Dos lágrimas se cayeron en un libro abierto y se quedaron allí juntas, al principio pequeñitas, impregnadas en el papel. Sin embargo, cada vez que se abría el libro, otro par de lágrimas volvían a caer en el mismo sitio, uniéndose a las dos anteriores, y así año tras año hasta que de todas esas lágrimas impregnadas en las mismas dos páginas surgieron, radiantes, dos gotas brillantes que, juntas, formaban un corazón. Seguramente el mismo corazón desde el que surgieron todas esas lágrimas durante tantos y tantos años.
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Prosa lírica y onírica
Short StoryBreves relatos de una prosa que quiere ser poesía. Reflexiones, pensamientos en voz alta o, simplemente, dejar que la pluma vuele al dictado de mi alma.