CAPÍTULO 2

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Zayn

Maldita película porno. El tío se lo estaba montando con su vecina y yo aquí sin poder hacerme ni una paja. Sí, a veces pienso con el pene.

Unos llantos provenientes de mi piso hicieron que dejara de escuchar los orgasmos de la rubia actriz.

Me acerqué hasta el origen de estos llantos. Mi habitación.

-¿Qué cojones te pasa? No puedo escuchar la película con tus llantos -silencio- ¿Abby? -dije sin respuesta alguna- Voy a entrar, espero que no estés desnuda.

Abrí la puerta. Me encontré a Abby llorando desconsoladamente en mi habitación.

-¿El consolador se te ha quedado sin pilas o que? - pregunte. Lo único que obtuve fue una de las familiares miradas asesinas de Abby. Note que no era un buen momento para una broma.

-Lo siento vengo de ver una película de ya sabes... -me miró asqueada, cosa que ignoré- ¿vas a contarme lo que te pasa?

-Menos confianzas -dijo por fin.

-Creo que con el hecho de que te deje dormir en mi cama sin conocerte y te de comida ya es demasiado.

Suspiró. Dos lágrimas brotaron de sus grandes ojos marrones.

-Es mi ex...Intenta matarme.

No sabía que decir en esos momentos. Pesaba que lo peor que me podía decir una chica es que estaba embarazada, no que la iban a matar. Respiré hondo.

-Relájate e intenta dormir. Mañana vemos que podemos hacer- eso fue todo lo que pude decir.

Abby asintió y apagó la luz. Me daba mucha pena ¿Dormir? ¿Cómo iba a dormir con alguien queriendo matarla? Bueno, ese no era mi problema. Me tumbé en el sofá, apagué la tele y me acomodé. Mañana ya podría dormir en mi cama y eso era lo importante.

***

La alarma sonó a la hora habitual. Me levanté rápidamente y fui hacia el dormitorio. Abby seguía dormida.

-Vamos, despierta -dije- no vas a tener un despertador tan guapo todos los días.

-Vete a la mierda, Zayn -respondió con la voz ronca.

-Venga que vas a llegar tarde, el director te va a reñir- contesté sarcásticamente.

Se levantó y me miró con mala cara. Yo, en cambio, le sonreí. Me daba igual que me mirase con mala cara, no sería ni la primera ni la última. La acompañé hasta la cocina. Cogí una taza y me preparé un café. Abby prefirió comerse un tazón de cereales.

-Te doy de comer, te alegro con mi presencia... No te puedes quejar- hablé intentando romper el silencio.

-¿Eres así con todo el mundo?-me preguntó.

-Se puede decir que sí. Bueno, a ellos no les doy de comer. Puedes sentirte privilegiada.

-Oh, Zayn me ha dado de comer, socorro, voy a escribirlo en mi diario- replicó sarcásticamente. Era la única tía que se atrevía a bordearme y no ha reírse de todo lo que decía como una tonta y eso me gustaba.

-Podrías -me animé a decir- contárselo a tus amigas mientras os pintáis las uñas y habláis sobre tíos inalcanzables.

Iba a replicarme cuando de repente sonó el timbre y se quedó con la palabra en la boca. ¿Quién podía ser? Corrí hacia la puerta y la abrí. Era Sophie, como no, que pesada.

-Hola, Zayn. El otro día te dejaste esto en mi casa -dijo sacando un calcetín de su bolso.

-Ah sí... No me acordaba.

One more night. {Zayn Malik}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora