12.-El rostro de Harry

1.9K 125 33
                                    

          Los días iban pasando, los días de calor iban llegando, y las vacaciones de verano. Harry cada fin de semana o así iba a comprar a la ciudad, pero yo no salía de casa. A veces iba a dar vueltas por el bosque, campo, lo que sea. También salía por el patio trasero de la casa, pero nunca me dejó ir con él a la ciudad. Decía que ahí me podían ver, y que mi cara estaba siendo buscada por muchos sitios, y que era mejor no arriesgarse. Mil veces eran las que repetía que en el momento en el que me encontraran a mi, nos matarían a los dos, por lo que ¿cómo podía decirles a mi familia que dejaran de buscarme por mi bien? No se podía, por lo que tenía que esconderme bien para que nada ni nadie me descubra. 

          La verdad es que era duro, y que cada noche me costaba dormir. La primera noche fue la peor, sin duda. Dormía sola en una habitación que no conocía de nada, y Harry en otra al lado. Tuve tanto miedo y me sentí tan sola que tuve que poner mi cama en la misma habitación de Harry, y, desde ese día, es cierto que ya lo sabemos y que no me siento tan sola, pero el llanto es inevitable. Y me sienta mal saber que Harry podría dormir mejor de no ser porque la gilipollas de turno tiene miedo de volver a dormir sin nadie a su lado, pero él siempre insistía en que no le importaba, y se portaba bien conmigo.

          Hablando de tratos, él y yo se convirtió en un nosotros desde hace días, eramos como mejores amigos, los únicos que teníamos. Estábamos solos en esto, pero bien acompañados. La verdad es que era un hombre divertido y comprensivo de veces, aunque siempre tenía sus días de chico duro de pelar. Yo seguía siendo la misma chica de mareo mental, al no comprender todavía en qué mierdas estaba metida. 

          Efectivamente, Harry seguía sin contarme ciertas cosas importantes para mí, y no me gustaba pero me adaptaba. No quería incomodarle, a medida que nuestra relación de 'amistad' avanzaba, lo tenía más claro. Y es que era como si una catástrofe hubiera causado la extinción de la raza humana mientras nosotros estábamos en una de esas fortalezas indestructibles y ahora viviésemos en este mundo totalmente solos. Me pensé si la gente de pueblo se sentía así, pero rápidamente aparté esa pregunta totalmente estúpida de mi cabeza. ¿En que coño estaba pensando? Lo que hace el aburrimiento.

          Siempre que Harry iba a comprar, al volver tocaba de una manera especial la puerta. Primero daba tres golpecitos y luego uno, como si estuviera tocando tres corcheras y una negra de un pentagrama sin notas. Dijo que lo hacía por si, alguna vez, alguien no llamara así y fuera la policía o cualquier otra persona. En caso de que así fuera, me dijo que huyera por las escaleras que hay escondidas en una trampilla bajo la alfombra del salón. Costaba acostumbrarse a eso, mi vida estaba cambiando demasiado en poco tiempo, eso me superaba, pero tres golpecitos y luego uno a la puerta me sacaron esos pensamientos golpe, y me levanté del sofá para ir a abrir a Harry. Tenía llaves, pero como siempre que volvía iba cargado de bolsas, le abría para que no tuviera que sacar las llaves y todo el rollo y para ayudarle a entrar la compra. Él me sonrió y me saludó con su típico "Buenas" largo, haciendo sonar la como siete u ocho veces más larga de lo normal. Entramos la compra, pusimos todo en su sitio y nos sentamos en el sofá. Él me hablaba, me decía que había visto anuncios por la calle y carteles con mi cara, yo simplemente asentía, completamente segura de que igualmente no tienen ni idea de lo cerca que estoy de ellos. Aunque ese día Harry traía un tinte para pelo rubio y una plancha para el pelo. Yo le miré sugerente, ¿qué coño pretendía? No me imaginaba un Harry con el pelo rubio y liso. Luego me dijo que no era para él y que era para mí.

          -Ni en broma me tinto el pelo.-Le dije, dejando la broma a un lado y arrepintiéndome al segundo.

          -Lo vas a hacer.-Dijo él, con sus ojos apagados y oscuros.

          Odiaba ese Harry, el impasible. Sus ojos se oscurecían como si alguien hubiera apagado la luz ahí dentro, como si escondiera demonios.

RED [Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora