12.-"El cuerpo de Harry."-(parte II)

1.7K 110 22
                                    

          Quitó sus manos de mi cuello y se rió de mi por un rato más, apartándose. Me había acelerado descontroladamente el corazón, santa mierda. 

          -¿Sabes? Eres muy fácil de dominar, así no vas a ninguna parte.

          ¿De que va? Prepotente de mierda. Aunque tenga razón, (que la tiene) no tiene derecho a tratarme así. Se apartó de mi y colocó sus manos en cada respectivo lado de sus caderas. Sobre una pierna se apollaba su peso mientras la otra descansaba en una posición casual, pareciendo así la pose de un modelo. Me observaba, y yo trataba de encontrar las palabras que utilizar que le hagan daño, mientras trato de no perderme en observarlo. 

          -¿Sabes?-Repetí.-La edad se te refleja en la cara, y cuando te descuides te vas a quedar calvo.

          Una ruidosa risa sonó de su boca, y la verdad no sabía si unirme a la risa o mantenerme en mi cara de póker. 

          -Tengo veintiún, imbécil.-Me dijo, y yo me decidí por seguir con mi cara de póker. ¿Quién me manda a mí hablar sin saber ni la mitad de lo que sabe él? 

          Su puta madre, veintiún. Y yo que lo ponía ya a los treinta, increíble. Para nada me había imaginado que quedaría tan mal delante de un hombre, y no puedo elegir un hombre mejor que éste Harry. Dios, Harry. Más o menos en el invierno fue que le conocí, y todavía recuerdo el miedo que pasé. Ahora, obviamente también lo tenía, pero... de alguna manera, al pasar el tiempo, se ha suavizado. El hecho de llevar su anillo me hacía, de alguna manera, pensar que estaba a salvo mientras estuviera a su lado. Sabía que mientras tuviera ese anillo, Harry estaría atado a mí aunque no quisiese, no podría escapar sin mí. A no ser que ese anillo no sirviera para una mierda. Me lo miré, ahora que lo había recordado. Ese anillo era realmente bonito, aunque lo odiaba. Y lo hacía, no por un motivo aparente, sino porque me hacía sentir más responsable, y ese anillo me hacía tener diez años más de golpe. Puede que no odiara el anillo, puede que odiara la situación, el momento. Puede que odiara a Harry.

          Aparté la mirada del anillo, me transmitía malas vibraciones. Me hacía pensar en todo, me hacía pensar. Y en ese momento no era bueno pensar, porque te dabas cuenta de las cosas, y lo mejor es no darse cuenta de lo que pasa cuando todo lo que sucede va mal. Me gustaría no sentir nada por un tiempo, equivocarme y no sentirlo, pasarlo mal y no sentirlo. Al fin y al cabo, las veces que afortunadamente estamos despistados, siempre acabamos perdiéndonos los mejores momentos, y aunque joda siempre es así. Una vez aprendemos a ir despacio y darnos cuenta, es cuando los peores momentos aparecen, como cuando buscas una cosa y no la encuentras hasta que dejas de buscarla. Como cuando, en las películas, las tías encuentran el amor justo cuando se aseguran de no querer nadie más en su vida, y va así. Nos pasamos la vida esperando algo, y lo único que se nos pasa es la vida.

          Normalemtne pensar tanto me produce dolor de cabeza, pero no pensaba por gusto en esos momentos, sino porque no quería hablar con Harry. Es decir, ¿a Santo de qué había hecho y dicho eso? Había algún motivo aparente y con una pincelada de lógica que lo explicara? Creo que su motivo era provocarme, joderme un rato. ¿No hay nada que hacer? Pues nada, vamos a putear a la menda. Seguramente había sido por eso, pero igualmente no podía parar de pensar en lo que me había dicho. ¿Cómo luciría Harry en bañador? ¿Cómo reaccionaría al verle?

          Toda esa noche me la pasé pensando en ello, y no solo esa noche. Semanas pasaron, y todas las noches pensaba en ello, Harry y yo volvíamos a lo de siempre. Nos hablábamos y tal, y lo agradecía. Siempre tenía ganas de hacerle sentar y hacerle decir todo lo que sabe, todo lo que es. Si se llama Harry Smith, si trabaja para una fábrica de muñecas, si había hecho esto antes, y sobre todo quería saber esas otras cosas; Qué le gusta hacer, sus aficiones. Que hace cuando no tiene nada mejor que hacer, cuando intenta ocultar algo, cuando miente. Cual es su debilidad, cómo ponerle de buen humor, y todas esas cosas que sabes sobre la persona con la que vives. Harry me conocía a mí, muy bien, casi mejor que yo me atreviría a decir, pero yo seguía sin saber nada de él. Normalmente cuando se vive con alguien, a base de tiempo vas aprendiendo estos detalles sobre él, y otros detalles de los que ni siquiera te das cuenta, pero este no era mi caso. Y lo odiaba, porque se perfectamente que nunca seré capaz de preguntarle cosas sobre él, y él nunca será capaz de mostrarlos delante de mí. Quizás sea un hombre orgulloso, dice mi mente. Pero puede que sea demasiado pronto para tomar nota de las apariencias, ya que no conozco todavía su interior. 

RED [Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora