Ya estabas cerca de cumplir un año estudiando en el Shibusen. No había sido nada sencillo, de hecho, podría decirse que había sido infernal; las infinitas escaleras, las palizas que recibiste en los entrenamientos, las extrañas clases de disecciones, los extensos conceptos acerca de almas, los confusos exámenes...
Pero lo habías logrado, pudiste con todo aquello. Quizá no eras la mejor estudiante del Shibusen, pero lo habías conseguido, ya que, aunque a veces no dormías durante días por estudiar para un súper examen, ó aunque la mayoría del tiempo no podías ni reír por lo adolorida que estabas por los entrenamientos, nunca te rendiste. Te sentías orgullosa de ti misma, orgullosa de poder decir que eras una estudiante del Shibusen.
No eras una muchacha muy sociable, de hecho, no llegabas a sobresalir mucho, sin embargo, lograste hacer algunos amigos. Maka fue tu amiga desde que ingresaste, siempre estuvo ahí cuando estabas a punto de darte por vencida, y gracias a ella conociste a Soul. Soul era un muchacho con quien bromeabas seguido, solía sacarte de apuros de vez en cuando. A veces te reunías con ese par a pasar la tarde, ir a comer algo, ó para estudiar.
También conociste a Black Star, y aunque a veces sus gritos y aclamaciones (sobre él mismo) te sacaban de quicio, eran buenos amigos. Si alguien se metía contigo, directamente se metía en una pelea con Black Star. De igual modo, hablabas mucho con Tsubaki, ella era mucho más tranquila y amigable que su técnico. Si necesitabas algún consejo podías consultarle siempre que querías.
Liz y Patty Thompson también eran personas con las que pasabas un buen rato, era entretenido hablar con ellas, siempre lograban sacarte una que otra risa.
Otro amigo era Kid, hablabas de vez en cuando con él, aunque nunca con el mismo nivel de confianza con el que conversabas y bromeabas con el resto de tus amigos, después de todo, él era un shinigami, un Dios y el hijo del director.
Te habías vuelto muy cercana a ellos, aunque a tus ojos, no estabas mínimamente a su altura. Ellos eran técnicos y armas con experiencia, enviados casi diariamente a misiones a pelear con cualquier amenaza. Tú eras una estudiante que ni siquiera había conseguido a un compañero aún.
Aún así, tratabas de mantener la cabeza en alto.
Ese día estaban Soul y tú en la Death Room. Tu director te caía demasiado bien, era muy simpático y optimista, todo lo contrario, a lo que hubieses pensado de la mismísima muerte. Podías hablar con él de lo mejor, inclusive bromear y contar algunos chistes, Shinigami-sama era una de las personas que te impulsaban a seguir dando lo mejor de ti.
—Entonces, chicos, espero que sigan esforzándose en sus actividades como siempre. –decía con su tono alegre de siempre.
—Lo haremos, Shinigami-sama. –respondiste con entusiasmo.
-¡Esa es la actitud! _____-kun!, por cierto, te he llamado debido a que he decidido enviarte a una misión con Maka y Soul.
-Cool. –comentó tu amigo.
- ¿Yo? ¿A una misión?
-Sí, ____-chan. Has mejorado bastante los últimos meses, ya es momento, pero por ser tu primera misión, he decidido que vayas con Soul y Maka, así puedes ir aprendiendo cómo va la cosa y todo eso.
-Yo aún no creo...
-Lo harás bien, ¡mantén tú actitud!
- Lo... ¡Lo hare, Shinigami-sama!
- ¡Genial, genial! ¡Así se habla! –te dijo dándote ánimos. –Ahora chicos, su misión constara de...
-Padre. –interrumpió alguien. - ¿Puedo hablar un momento contigo?
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Consejos para estudiar en el Shibusen.
FanfictionVaya, al fin has llegado. ¡Bienvenido al Shibusen! Tal vez seas un nuevo estudiante, y quizá esta sea una escuela un tanto peculiar, pero, ¿a quién no le gustaría estudiar aquí? Pareces tener un gran entusiasmo, de seguro te va bien, pero al princip...