Maria era una niña pobre y humilde pero a la vez era muy traviesa y desobediente con su madre que la quería mucho y trabajaba mucho para poder pagar la escuela de Maria.
Un día, la madre de Maria le pidió que vaya a comprar carne al mercado y para eso le dio dinero.
Ella, decidida a no distraerse en el camino y por lo menos una vez en su vida hacerle caso a su madre, fue muy feliz al mercado. Pero en el camino se encontró a sus amigos.
- Maria, ¿A dónde vas?
- Al mercado es que mi mamá me pidió que comprara carne.
- ¿Quieres jugar con nosotros?
- Claro - respondió la niña olvidándose del encargo que su madre le había dado.
Estuvo jugando toda la mañana, hasta que se dio cuenta de que el dinero se le había perdido.
- Hay ahora en donde lo deje- dijo entre dientes.
- ¿Dijiste algo Maria?
- No nada pero me tengo que ir. Adiós.
Ella se fue corriendo al cementerio. Su mamá le había dado un cuchillo por si algún hombre depravado le hacía algo.
Se acerco a una tumba y comenzó a desenterrar un cuerpo.
Cogió su cuchillo y comenzó a abrirle el estómago y le saco sus vísceras.
Las puso en una bolsa y se fue feliz a su casa.
Su mamá ni se dio cuenta de que las vísceras que Maria había traído estaban oliendo mal, cuando salio el almuerzo, Maria le dijo una escusa a su mamá para que no comiera.
En la noche, la madre de Maria tenía que irse a trabajar por lo cual ella se quedo sola en su casa.
Estaba jugando con las canicas que su madre le había regalado por su cumpleaños, hasta que oyó una voz que decía:
- MARIA MARIMACHA, DEVUELVEME MIS VISCERAS.
La entidad toco tres veces la puerta de la casa pero Maria decidió esconderse para que el espíritu que reclamaba sus órganos no la encontrara, ella se escondió en el armario viejo de su madre.
Luego de una hora, su madre regresa a la casa.
- Maria, ya llegue.
Al no encontrar respuesta pregunto de nuevo.
- ¿Maria?- a su madre le parecía extraño de que tal vez Maria estuviese dormida ya que ella duerme después de las nueve y eran las 7 de la noche.
La fue a buscar y vio que un líquido rojizo salia del armario.
Al abrirlo lanzo un grito de horror, allí estaba Maria, con el vientre abierto y sin sus vísceras .
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Historias de terror cortas
Horror¿Alguna vez haz sentido de que alguien te mira y que no es un ser normal? Atrevete a leer estas historias. A veces cuando crees estar solo, no estas realmente solo.