Historias de terror cortas

El goteo

Una niña de aproximadamente 12 años vivía en una zona residencial con sus padres.
Ella era hija única y como sus padres eran unos grandes empresarios no podían quedarse mucho tiempo con ella, decidieron comprarle un perrito . Un hermoso perro el cual la iba a acompañar todas las noches en las que ellos no la pudiesen ver.
Un día, sus padres fueron invitados a una elegante cena, la cual duraba hasta tarde. Le avisaron a su hija sobre lo de la cena.
- Hija, hoy no nos esperes despierta, vamos a ir una cena y tal vez lleguemos tarde- Dijo la madre con un tono dulce y suave.
- Esta bien mamá- Dijo la pequeña pre-adolescente.
La niña se fue a ver tele junto a su pequeño perrito.
Llegó un momento en el que ella se sentía demasiado agotada, así que decidió irse a dormir junto a su fiel perrito.
Ella se despertó a las 12 de la noche, en esa noche había una lluvia torrencial la cual iba acompañada de rayos y truenos, eso fue lo que causo de que la niña se despertara.
Tenía tanto miedo que quiso irse al cuarto de sus padres pero se acordó de que no se encontraban en casa, entonces escuchó un goteo que parecía provener del grifo de la cocina.
Bajo a la cocina y cerro bien los grifos, luego subió y se volvió a echar en su cama ya que el sueño la invadió, pero antes de caer en un sueño profundo, alzó su mano debajo de su cama para que su perro le lameara, así estaría más protegida. Como ella lo presentía, sintió un leve lamido por parte de su perro.
De nuevo se despertó, pero esta vez, a las 3 de la mañana y todo por culpa del goteo, fue a revisar a la cocina y de repente se calmo el goteo.
" ¿Qué extraño?" Fue la pregunta que se hizo.
Subió de nuevo a su habitación y de nuevo alzo su mano a lado de su cama para que su perro y así lo sintió. Pero esta vez no pudo conciliar el sueño, el goteo persistía pero esta vez provenía del baño de su cuarto.
Fue sigilosamente y muy confundida ya que ella recordaba no haber utilizado el lavamanos o la bañera.
Abrió la puerta, prendió la luz y solo se quedo en silencio, ahora si había podido ver cual era la causa del goteo.
El cuerpo de su perro yacía colgado en la bañera. De su cuerpo goteaba sangre, gota a gota, esa era la causa del goteo.
En el espejo del baño yacía un mensaje:
"Los humanos también lamemos".