∞Cinco∞

137 15 2
                                    


Pasaban los días y la costumbre de ir con Lucas hacia los prados se hizo hábito. Descubrí que le costaba mantener sus pensamientos en su mente solamente... ¿Pero quién en su sano juicio, si tuviera una voz tan perfecta como la suya, renunciaría a tan bella melodía?

El décimo día después de la primera vez que oí su voz, él empezó a hablar sobre si mismo. Mientras le oía, yo difuminaba un dibujo especial para un chico que jamás sabría de mi existencia.

―A veces quisiera mirar para poder amar las nubes...

Volví mis ojos esmeraldas hacia su figura y descubrí que se había echado al pasto, con los brazos detrás de la cabeza y una sonrisa en el rostro.

―Como quisiera poder mirar...

―Como quisiera poder hablar...―solo susurré en mi interior.

Dejé los lápices a un lado para poder mirarlo fijamente.

Desde que lo vi en el hospital, no había vuelto a ver sus ojos.

―Saber que tienes todo y a la vez nada... Es duro.

Vaya que sí.

―Si tan solo pudiera abrazar la idea de poder conocer algo de lo que poseo, de tener la oportunidad de ser como todos.

Su sonrisa pronto se desvaneció, y volvió aquella mueca de aflicción.

―No, Lucas―quise decirle―Si fueras como todos dejarías de ser especial...

―Y aunque no pueda ver, a veces puedo sentir la presencia del viento. Creo que nadie puede hacer eso, y estoy contento.

No, nadie podía sentir la presencia de un ser que llevaba años siendo todo pero significando nada. Necesario pero olvidado.

Esedía admiré las palabras de un amigo que empezaba a querer demasiado    

Clouds.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora