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Fue un sueño extraño, yo iba caminando por un lugar enorme que parecía una casa pero no recuerdo cómo llegué ahí o dónde estaba.  Era una casa de gigantes y había tres hombres, tres gigantes, que parecían verme mientras caminaba. Por más que traté de cambiar de camino no pude, era como si hubiera dos muros invisibles a lo largo del camino.

A pesar de lo aterrador de sentirme prisionera en el sueño, no sentí miedo. Los gigantes parecían amigables y había muchachas de tamaño normal caminando entre ellos. Traté de llamar la atención de los gigantes para que ellos me liberaran de esos muros invisibles, seguramente ellos hubieran podido atravesarlos fácilmente  pero no pasó nada, ellos simplemente siguieron contemplándome hasta que me devolví por el mismo camino.

Por un momento todo se oscureció y no pude volver al sueño, solo pude oír unas voces, creo que eran los gigantes. Uno de ellos parece que hablaba de mí. Decía que yo era una edición hand-maid Star  y otras cosas que no pude entender.

De pronto pude oír a otro gigante, el más joven, recitando lo que al comienzo parecían unos números que se volvían palabras tan pronto como yo trataba de recordarlos. Sentí que el gigante puso su pulgar en la frente y lo oí decir mi nombre...era ese mi nombre en realidad? quién era yo?  Tratar de recordar hizo que me doliera la cabeza.

Abrí los ojos y sentí un poco de miedo. El gigante del sueño me tenía entre sus brazos y jugaba con mi cabello y quise decirle que su actitud me parecía incómoda pero no se qué pasó, fue como si yo lo conociera de hace tiempo solo que no podía recordar dónde o cuándo nos habíamos conocido. Me sentí bien, como si él solo estuviera tratando de hacerme sentir mejor.

Después el gigante me dio un biberón, no se qué tenía adentro pero sabía muy bien y me sentí más fuerte, sentí como si hubiera regresado de verdad.

Los gigantes me invitaron a recorrer la casa y uno de ellos, el que había puesto su pulgar en mi frente, compró cosas para mí. Me cambié y tomé mi mochila y mi Wattpod, un aparato maravilloso con el que pude descargar libros y revistas que iba a necesitar para el largo viaje del que él, el gigante amistoso, me había hablado.

Fuimos a una enorme ciudad dentro de una ciudad. Mi amigo el gigante me dijo que estábamos a punto de vivir una aventura. Yo no entendí  muy bien ni supe qué se esperaba que yo hiciera, simplemente sentí que había algo que debía hacer, fue como si a mi amigo el gigante se le hubiera olvidado algo muy importante que yo tenía que recordar.

Tomé a mi amigo el gigante, Faes, de la mano, cerré los ojos y creé una conexión neural. Fue como si yo pudiera pensar lo mismo que él y él lo mismo que yo, como tener un par de manos y otros ojos que cuidaron de mí durante la aventura.

La aventura fue algo anticuada, la había escogido el papá de Faes. Pude conseguir mis primeros logros y doblar mis puntos de experiencia en actividades nivel 3,  esas actividades requieren entrenamiento y yo no lo tuve. Casi puedo decir que Faes y yo dependimos el uno del otro para vivir esa aventura y tengo que admitir que me gustó. Esa primera aventura mejoró mi vínculo con el gigante.

Tres sesiones después dejamos Truvio 3.  Habíamos salido casi un match tarde del hotel  y tuvimos que correr para alcanzar una góndola, por un momento pensé que los gigantes iban a dejarme botada pero Faes  me esperó y me cargó un rato. El dirigible estaba lleno de gente y había otros gigantes con maidens y ladies, pude enlazarme con algunas de ellas y cambiar info.

El puerto fue un caos, las góndolas casi no nos dejaban pasar y Faes me agarró de la mano para no perdernos. Pudimos llegar a nuestro pod en la tercera cubierta de la nave y fuimos a los juegos después de desempacar. La aventura había servido para pulir mis reflejos así que pude ganar en varios de esos juegos.

Lo que fuera que entristecía a Faes seguramente era algo grave y yo no me iba a meter, preferí esperar a que él me contara pero eso nunca pasó. Creo que tenía algo que ver con su padre.

Las cosas no fueron muy bien después del viaje, ese 1.0 a quien llamaban predicador Carodd fue un verdadero verdugo al  que no le importó torturarme pero yo tenía que ser fuerte por Faes.

Faes y yo viajamos por casi una lap y él se enlistó, nos enlistó, en el ejército de la confederación.

10 añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora