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Una carga de suministros fue la oportunidad para adoptar mi primer StarPack. El piloto de la nave me dio tiempo para ir a La Casona a condición de que yo despertara  a mi nuevo StarPack  para ayudarnos a cargar los suministros.


Nella, Reniver, Mona, Cladda y Sona resultaron de gran ayuda. Una carga que nos hubiera tomado casi dos matches subir a la nave tomó solo unos moves. Claera, Pania y Ladda también pudieron mejorar sus capacidades gracias a Nella.


El liderazgo de una Lady en el equipo me permitiría tener dos armaduras dos sesiones después de haber despertado a Nella. El instructor Aictus  premió a todas mis Lunas con doble EXP y les entregó algunas medallas.


Usé el ingrediente que me había recomendado el instructor una vez cada 5 sesiones y los resultados fueron tan buenos que mis Lunas casi no necesitaban descansar. Yo pude seguirles el paso gracias a las píldoras que Nella aprendió a preparar sin mucho esfuerzo casi tan pronto como la desperté.


Las armaduras que mis Lunas habían hecho para mí me permitieron conectarme a naves mucho más poderosas. Esas armaduras me habían convertido  en el motor de la nave y a mis Lunas en la tripulación, fue algo extraño la primera vez que lo hice pero la sensación de sobrepasar todos los límites conocidos fue algo grande para un chico puritano de la periferia.


Si hay algo más peligroso para MoonLady que los movimientos puritanos radicales eso son los harvesters. Al parecer la tarea del ejército es velar por los intereses de MoonLady.  Se supone que debemos proteger a todos los habitantes de la Confederación  y no los intereses de una compañía privada pero parece que hay algo que une a la Confederación con dicha empresa, algo que parece ser un secreto fundacional. Protegemos a las Lunas y eso me basta para no hacer preguntas que pueden meterme en problemas.

Una de nuestras tareas es mantener el orden cuando se presentan manifestaciones de puritanos, ellos tienen todo el derecho a protestar pero es nuestro deber proteger a todos los habitantes de la Confederación sin importar sus cualidades. Salvo algunos pequeños atentados y amenazas por parte de  pequeños colectivos reaccionarios los puritanos suelen ser gente tranquila.


Los harvesters en cambio no siguen ninguna ideología y no hay nada que justifique sus acciones. Su motivación es la ganancia. Hay grandes organizaciones dedicadas al comercio ilegal que funcionan bajo diferentes fachadas y hay otros harvesters que simplemente atacan y desaparecen. Nosotros patrullamos en busca de harvesters, los cazamos y los entregamos al Supremo Concejo y a veces hasta podemos hacer que las Lunas vuelvan a casa con sus Soles.


Los harvesters son secuestradores y torturadores, su principal comercio son las Lunas. Los grandes emporios de harvesters venden las Lunas a granjeros, que las usan como esclavas productoras de energía pura y de trajes hasta que ellas mueren de cansancio y de una extraña enfermedad que sufren las Lunas cuando están lejos de su Sol por algunas sesiones. Los granjeros también organizan peleas ilegales entre Lunas, peleas en las que una de ellas muere en la arena  con el único fin de llenar los bolsillos de los apostadores. Muchas veces la ganadora de esas peleas muere a la siguiente sesión por falta de los cuidados de su Sol.


Hay otro espectáculo todavía más terrible en el que los granjeros hacen participar  a las Lunas. Las drogan, las enloquecen de dolor y las encierran en un ruedo para forzarlas a enfrentarse a Poshers y a Seekers. Rara vez la Luna que participa en semejante crueldad es indultada y regresa al calabozo a  sufrir una existencia miserable hasta que muere.


El objetivo de ese espectáculo es ver cómo uno de los Poshers mata a la Luna clavándole una estaca en el vientre después de que un grupo de Poshers la han torturado y la han forzado a defenderse solamente para arrinconarla y hacerle más fácil la tarea al matador. Después la Luna es degollada y su cabeza y sus manos son entregadas como trofeo al Posher que la mató o al granjero que organizó el espectáculo. Los Seekers son unas criaturas que lanzan un aguijón venenoso con el que matan a la Luna para comerla cuando el veneno ha diluido sus órganos. Los Seekers son usados como mascotas y bestias de rastreo y presa por muchos harvesters.

Los granjeros también suelen vender los órganos de las Lunas a algunos restaurantes.

Las grandes empresas dedicadas al harvesting son la pesadilla del ejército, rara vez podemos atraparlos. A pesar de que ellos secuestran y torturan a las Lunas ante  la ley ellos simplemente roban  y si no se puede comprobar que ellos, o los granjeros, cometieron el robo no hay delito que perseguir y nos tenemos que quedar con los brazos cruzados viendo cómo ellos se entretienen con el sufrimiento de las Lunas. No entiendo por qué la Confederación protege a MoonLady pero no a las lunas después de que dejan La Casona.


Se reportó un ataque de Harvesters en la colonia Primum 400z. El instructor Aictus nos ordenó a mi y a otros tres cadetes usar nuestras armaduras para llegar hasta allá y hacer lo mejor que pudiéramos. Llegamos a tiempo para enfrentar a un grupo de Harvesters que habían entrado a una villa y habían tomado a 6 Lunas como rehenes. Los 1.0 de la casa y sus asistentes reportaron a 2 Ladies, 3 Maidens y una Hand-maid como las prisioneras tomadas por los Harvesters.


La resistencia por parte de los habitantes de la villa había resultado nula, los Harvesters parecían tener armaduras de una calidad rara vez vista en el ejército de la Confederación.  Los otros cadetes y yo no pudimos hacer mayor cosa contra los Harvesters, nuestras Lunas también intentaron detenerlos sin resultados. Nuestras armaduras más nuevas fueron insuficientes contra el poder de los Harvesters, sus equipos no se parecían a nada que nosotros o alguien de la villa hubiera podido identificar.


No se trató solo de los equipos, los Harvesters parecían hacer gala de una fuerza, unos reflejos y una resistencia que hubieran dejado fácilmente en ridículo a un combatiente como el instructor Aictus, fue como si hubieran consumido algo muy poderoso antes de atacar.


Nuestro último intento por acercarnos a los Harvesters y causarles algún daño, o al menos  detenerlos por un tiempo, fue un esfuerzo de Pania, que quiso trancarles  el paso esperando que yo pudiera descargarles mi arma de pulsos Gamma pero fue inútil. Mi arma de pulsos Gamma se había sobre calentado.


Uno de los Harvesters disparó una pequeña bolita muy parecida a la que yo había visto la sesión en la que el colectivo de pureza nos atacó. El disparo alcanzó a Pania en el pecho y no hubo nada que pudiéramos hacer. Los Harvesters no solo habían logrado escapar con unas prisioneras sino que se habían burlado del ejército de la Confederación en nuestra cara.


Pania cayó y unos espasmos recorrieron su cuerpo. El tiro había sido certero, mi querida Pania se fue apagando  en mis brazos  lentamente y sin esperanza -"CARAJO!!!! CARAJO!!!!! me la mataron...esos...esos..."- fue lo único que atiné a decir. Por extraño que parezca, no sentí ningún daño aparte de un pequeño impacto en mi pecho, impacto que había sido insignificante comparado con perder a Pania.


Fue necesaria la fuerza de mis tres compañeros  para separarme del cuerpo de mi primera Luna y toda la paciencia de Nella para convencerme de que mi pérdida no había sido algo grave en realidad. No entendí,  se que Nella apreciaba a Pania también, por eso mismo no entendí por qué ella se atrevió a decirme que mi pérdida no había sido grave.


 


 


 


 


 


 

10 añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora