Capítulo 10 [Final]: La carta y un nuevo viaje

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Los hermanos Pines estaban como en el principio de toda esta aventura trágica y desafortunada: dentro del auto del banquero Gleeful rumbo hacia un nuevo destino, esta vez se aseguraría de buscarles un nuevo tutor, alguien que fuera responsable y capaz de cuidar a los chicos y a su pequeño hermanito.

-No se preocupen, las autoridades encontrarán pronto a Twilight Darkness-aseguró Bud mientras manejaba y desviaba su mirada por unos momentos del camino para ver a los Pines-No, no. Jamás tendremos que volver a lidiar con esa terrible mujer. Antes de irnos...quizás haya tiempo para una parada más-

El auto se detuvo mientras afuera comenzaba a nevar, los gemelos y Shermie se asomaron por la ventana para ver en donde se detuvieron, enseguida se bajaron del auto y comenzaron a subir las escaleras ubicadas junto a la acera, Stanford cargaba a Shermie en sus brazos, lo que vieron los dejo mudos, estaban en lo que era la casa de sus padres totalmente reconstruida. El gemelo mayor dejo a su hermanito en el suelo y junto a Stanley tomaron sus pequeñas manos para entrar los tres juntos a la casa abriendo la puerta principal.

Al entrar, todo estaba como lo recordaban: las habitaciones, la sala, la biblioteca, el estudio de sus padres, etc. Todo estaba en perfecto orden... parecia como si el incendio nunca hubiera pasado... lástima que no era así, apenas avanzaron al centro de la casa pudieron ver como todo lo que había sido recreado en sus mentes se desvanecía dándole paso a la casa destruida por las llamas y las escaleras que conducían a las habitaciones estaban casi quemadas a causa del fuego. Shermie miraba todo a su alrededor subiendo y bajando la cabeza, enseguida los tres se giraron al escuchar el sonido de una campanilla instalada en la puerta perteneciente a uno de los inventos de Stanford; era el correo, había llegado una carta para ellos.

Stanford tomo a su hermanito en sus brazos y los tres se acercaron al cesto de mimbre quemado de la entrada donde se colocaban las cartas, parte del invento estaba quemado. En el cesto había un sobre grande de color amarillo con dos estampillas, una roja y otra azul, Stanley pudo ver desde la ventana como el cartero se alejaba de la casa incendiada.

-"Stanford y Stanley" es para nosotros-dijo Stanford leyendo el destinatario del sobre que sostenía su gemelo.

-Mira cuantos sellos postales-comentó Stanley con el sobre en las manos-pasó por Inglaterra y Roma y Kenia e Islandia... ni sé de dónde son estos-

-¿Quién la mando?-preguntó Ford con su hermanito en brazos.

-"Sr. y Sra. Pines"-dijo Stanley una vez que giró el sobre-mamá y papá-

Stanley con cuidado abrió el sobre, quito la carta dentro de este y se la paso a su hermano para que la lea.

-Es la carta. La carta que nunca llegó-dijo Stanford reconociendo la letra, acomodó el papel para que pueda leerlo aún con Shermie en sus brazos, la carta decía lo siguiente:

"Queridos hijos:

Desde que estamos fuera los hemos extrañado mucho. Ciertos sucesos nos han obligado a extender nuestros viajes. Un día, cuando sean mayores se enterarán de la gente que conocimos y los peligros que encaramos. El mundo puede parecer un lugar siniestro. Pero créanos cuando les decimos que hay mucho más bueno que malo, solo tienen que mirar con cuidado y una serie de eventos desafortunados pueden ser los primeros pasos de un viaje.

Esperamos volver a abrazarlos pronto, queridos. Pero si la carta llega antes que nosotros sepan que los queremos.

Nos llena de orgullo saber que pase lo que pase en la vida, ustedes se cuidaran el uno al otro con amabilidad, valor y abnegación como siempre lo han hecho.

Y recuerden una cosa, queridos, y nunca la olviden: que no importa donde estemos, mientras se tengan el uno al otro tienen una familia y están en su hogar.

Sus padres que los quieren"

Los gemelos se quedaron sin palabras por la carta escrita por sus padres, Stanley miro a su hermano y después al sobre, lo oprimió un poco y de este salió un catalejo que tomó con sus manos.

El pasar la antorcha es un ritual que puede asumir muchas formas. Pero quizás, la menos conocida y la más sorprendente sea pasar un catalejo.

Querido lector: Hay gente en el mundo que no conoce la aflicción. Los reconfortan libros alegres sobre aves que cantan y duendes que ríen. Hay quienes saben que siempre hay un misterio que resolver y se reconfortan investigando y escribiendo evidencia importante.

Pero esta historia no es sobre esa gente. Esta historia es sobre los Pines y ellos son de la gente que sabe que siempre es posible. Siempre se puede inventar, siempre se puede leer, siempre se puede morder y siempre hay algo que hacer para construir un santuario no importa cuán pequeño que sea.

El auto del banquero pasó cerca de un reloj y siguió su camino por la ciudad hasta salir al campo, a una calle arbolada, dentro del auto se encontraban los gemelos Pines y su pequeño hermanito durmiendo profundamente en el asiento trasero con las cabezas apoyadas juntas una junto a la otra.

Y me complace decir que esa clase de gente, se reconfortan el uno al otro.

Fin :')

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⏰ Última actualización: Jul 21, 2021 ⏰

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Una serie de eventos desafortunados [GF version]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora