01 "Happy meet"

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Mi vida era calmada para ser una bruja proveniente de una familia prestigiosa como lo es la mía, a mis quince años de edad, la enseñanza del mundo mágico se me ha hecho muy fácil y el tiempo se me ha pasado volando, aún recuerdo cuando por fin obtuve mi varita en un puesto oculto del mundo muggle en Francia, la dependiente del lugar, bastante joven, por así decirlo, supo cuál era la correcta en el momento que me vio entrar, me observaba con una ligera curiosidad, aun así sonrió y pronunció -Tengo la indicada- Mi madre apretó mi mano con estimación, mientras veíamos a la joven caminar por los pasillo alejándose rápidamente de nuestro campo visual.

Estaba ansiosa no podía negarlo, desde que nací, tuve un elevando interés por la magia, alrededor de mis siete años, mi pasatiempo favorito era leer libros que me proporcionaran el conocimiento necesario para actuar de acuerdo a lo exigido por mis padres, fui criada con esa mentalidad, aunque de alguna forma me termino gustando más de lo que debía hacerlo.

-Aquí vengo...-Musitó la dependiente, elevando su mano, sosteniendo una caja plateada de proporcionada longitud.

Me acerqué curiosa, apoyando mis manos en el mostrador, mientras ella soplaba desempolvando la base de la caja, de esta saco con cuidado una preciosa varita y de buen tamaño.

-Mira-indicó -Esta es una valiosa, 10 pulgadas, su centro es fibra de corazón de dragón, madera de cerezo, ahora escucha, esta varita conlleva un gran autocontrol sobre la magia, utilízala con cuidado, puede ser letal-guiñó un ojo.

Y ese fue una de mis mejores recuerdos de este mundo fantástico, sostenía mi varita con mi mano desocupada, moviéndola de arriba abajo, distrayendo mi mente, estábamos en el mes de agosto, a poco tiempo de volver a clases, asisto o mejor dicho asistía a la academia de magia Beauxbatons, en mi cuarto año, hasta que un día común y corriente, mi padre, en la cena, nos informa, que debemos mudarnos a Londres por causas no reveladas, y que no podía seguir asistiendo a esta academia, ya que estaría mucho tiempo alejada de ellos, de igual forma no creo que sea de mucha importancia para él, siempre ha pasado sobre mí, a excepción de mi madre, claro.

Me quedan solo unos días para despedirme de mis amistades, visitar mis lugares favoritos aquí en Cannes, Francia, para simplemente marchar.

Al cabo de una semana, ya estábamos instalados respectivamente en nuestro gran hogar, por no llamarlo mansión, Mis padres estaban en la sala principal, conversando con unos amigos de la familia, los Carrow y Draco Malfoy, mi gran amigo Scorpius se encontraba divirtiéndose casualmente con mi adorado armadillo rosado, Hades, mi estado actual, era recostada en el sofá, dormitando como la mayoría del tiempo, mientras veía como torturaban a mi bebe, imagínense mis ganas de vivir.

-Oye ya déjalo, mala persona-dije con vos adormilada, causando una pequeña risa varonil por parte de Scorpius.

-¿Que no ves? -preguntó frunciendo el ceño-se divierte-sentenció.

-¡Cállate torturador!, ven mi amor-dije llamando a mi pequeña mascota. Para recostarla conmigo.

-Si querías que me acueste contigo, solo tenías que decirlo antes-ironizó, y tomó asiento a mi lado entregándome a mi querido Hades. Regalo por mi undécimo cumpleaños, antes de comenzar mi primer año en Beauxbatons.

Con Scorpius, siempre hemos tenido una buena relación gracias a la cercana amistad de nuestros padres, en el año dos mil diecisiete, su madre, Astoria, murió, dejando a Scorpius tanto como a su esposo devastados, fue ahí, cuando tuvimos que hacer un rápido viaje a Londres, para brindarles nuestro mejor apoyo sentimental, aunque Scorpius estaba muy bien acompañado por sus dos mejores amigos, Rose y Albus, no quiero presumir, pero ayude bastante, desde entonces hemos sido más cercanos, y nuestra relación creció hasta por las nubes, aunque no nos hemos visto como algo más que muy buenos amigos; Gracias a la nueva tecnología del mundo mágico, y por el bien de las pobres lechuzas, se han inventado, copia de los muggle, un artefacto tecnológico, en el cual podemos mandarnos textos en cuestión de segundos, claro que hay unos mejores que otros, ahora ya no solo se ha de competir por quien es mejor hechicero, si no, por quien posee el mejor móvil mágico.

SlytherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora