¡Hey!, hola de nuevo, les dejo con un nuevo capítulo, ¡disfrutarlo!
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¿Quién demonios era?, la pregunta rondaba por mi cabeza desde el momento en que observé su perfecto rostro, con esas facciones afiladas, y mirada penetrante. ¿Nunca escucharon del amor a primera vista? Creo que está pasando conmigo.
-Ven Alet, volvamos-me indicó Rose con gentileza, en mi aun estado de shock obedecí, y al llegar tomé asiento y la pregunta salió por si sola.
-¿Quién es él? -fui al punto-Oh, por cierto, lamento casi haberte arrojado al suelo Albus-Le brindé una de mis sonrisas más compradoras.
-No fue nada-Me tranquilizó.
Scorpius prosiguió hablando.
-Su nombre es Marvolo Gaunt, tataranieto de Morfin Gaunt, llego aquí el año pasado, quedó en Slytherin y asusta -Le dio un escalofrío.
-Sin embargo, eso no le quita lo atractivo-Siguió Rose poniendo ambas manos en su pecho soltando un suspiro ganándose una mala mirada de Malfoy.
-En fin, no te acerques a él, podría jurar que si no fuera pariente de Voldemort no le temerían tanto-habló con naturalidad.
-¡Espera!, ¿Cómo?, ¿Pariente de Voldemort? -Pregunté sorprendida.
-Sí, se ha pasado todo el año parloteando que tiene la misma sangre que Lord Voldemort en sus venas, es un maldito niño malcriado que se cree superior a todo-
-Es un año mayor Scorpius-acotó Rose volviéndose a ganar una mirada reprobatoria por parte del rubio.
-Igual sigue siendo un niño-Cruzó los brazos bufando.
Seguimos conversando de otros temas, yo hablaba sobre cómo era mi vida hasta hace unos meses, ellos hablaban de cómo era la vida en Hogwarts, vidas y vidas, hasta que me quede profundamente dormida, el sueño me había vencido.
Al cabo de un tiempo largo a mi punto de vista siento una mano hacer presión en mi brazo derecho, abrí mis ojos con pereza y me encontré con el sereno rostro de Weasley observándome con atención-Vamos, Alet, ya casi llegamos, hay que vestirnos-Avisó, parándose, para efectuar un hechizo en ella misma, vistiéndola con el uniforme requerido por Hogwarts, refregué mis ojos con ambas manos, sentándome correctamente, notando que tanto Scorpius como Albus dormían plácidamente, ya había anochecido, lo que afirma lo antes dicho por Rose. Levante mi cuerpo, realizando en mismo hechizo para vestirme con la única diferencia que no llevaba el escudo de ninguna casa.
Junto con Rose logramos despertarlos a ambos luego de varios intentos y a la amenaza de un aguamenti, se vistieron y nos dignamos a esperar por la llegada a la estación de Hogsmeade, no podía negar que seguía haciéndome preguntas acerca del chico "niño malcriado" de preciosos ojos azules, aunque haya llamado a Hades rata lo había perdonado, ¿Sera cierto que lleva sangre del mismísimo señor tenebroso?, de solo pesarlo una oleada de aire frío recorre mi cuerpo, y eso que yo no había estado viva en los momento donde Voldemort imponía el caos, aunque según mi madre, que gracias a la tía de su tía abuela, pudo admirar la belleza del antes nombrado gracias al anuario de Hogwarts que se encontraba en un estado de deteriores aunque ello no pudo impedir que mamá se enamorada del entonces Tom Riddle, recordándome en cada platica sobre lo ocurrido en el mundo mágico hace años que lo había revolucionado entero su increíble belleza, ¿Y qué les puedo decir?, madre e hija enamoradas de hombres mayores, son los genes.
