9. El día.

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Kaneki y Ayato caminaban tomados de la mano, cada uno en su mundo sin siquiera dirigirse la palabra. Su mundo solo era un "mar" de posibles soluciones a la situación que ahora experimentaban. Karren había roto el contrato ya que estaba embarazada, por lo que ahora no tenían más de dos meses para pensar que hacer con el niño que venía en camino.

Kaneki tenía una ligera idea de lo que podrían hacer y realmente pensaba que está era la indicada pero sabía que Ayato se negaría completamente. Poco después llegaron a un parque dónde se sentaron en una banca color blanco, uno junto a otro.

— ¿Qué haremos? — Pregunto Kaneki rompiendo el infernal silencio que rodeaba a ambos.

– ¿Qué te hace pensar que se lo que haremos? — Respondió Ayato mientras soltaba un bufido.— ¿En verdad no se te ocurre nada?

— Se me ocurre algo pero...

— Dimelo. — Exigió el de menor edad.

— Abortar, es la mejor opción Ayato, después de-

— Cierra la maldita boca , no pienso hacer eso.

— Es la mejor opción.

— Deja de decir esa mierda ¿Quieres? — Respondió Ayato de mala gana. Trago saliva, no quería hacerlo pero quizás si era la mejor opción.

Aún era joven, no podía acabar su vida gracias a un niño que ni siquiera había planeado. Aún no iba a muchas fiestas, tampoco se había graduado de la prepa ni mucho menos había llegado a hacer el examen a la universidad, tampoco había comenzado a dibujar el manga que tenía en mente desde hace años, eran tantas cosas que aún no había hecho y quizás gracias al bebé jamás lograría ¿Pero el niño que culpa tenía? Ninguna en realidad, Ayato ya había vivido, un poco pero lo había hecho, en cambio su nene...Le quitaría la oportunidad de vivir y no, no pensaba hacer eso.
Se sobresalto cuando sintió unos brazos rodeando su cuerpo.

— Ayato, te amo...no quiero que nada malo pase, no soportaría perderte...— Murmuró Kaneki. Ayato suspiro antes de corresponder a su abrazo mientras acariciaba suavemente los cabellos del albino.

— No lo harás, todo saldrá bien ¿Si? Cree en mi...

— Ayato...¿Vamos a conservar al bebé, verdad? — Pregunto Kaneki a lo que el mencionado asintio. El mayor sonrió antes de plantearle un beso en la mejilla.— Me alegra...en verdad espero que todo salga bien.

— Lo saldrá, no te preocupes. — Afirmó el de ojos azules. Esa iba a ser su solución, conservar al bebé, quizás eran muy jóvenes pero le darían una vida digna al pequeño o pequeña, aún no sabían el sexo de este. Karren había deseado que fuera sorpresa por lo que nunca lo comprobaron. — Oye, ahora que acordamos quedarnos con el niño...¿Quieres ir a ver cosas para bebés?

— Si, me encantaría hacerlo. — Afirmó el albino mientras se ponía de pie y extendía su mano en dirección a Ayato. Quizás tomaron la decisión muy rápidamente pero quedaban pocos meses para poder decidir que hacer con el niño, aparte de todo, en verdad le habían agarrado cariño al pequeño ser que descansaba en el vientre de Ayato.

La tarde se fue de ir en tienda en tienda. Kaneki estaba en la quiebra pero aún así continuaba comprando ropa y juguetes, Ayato solo se preguntaba como viviría está semana si se estaba gastando todo su salario en cosas para el bebé. Habían gastado en todo tipo de accesorios, ropa, Biberones, juguetes, baberos, entre otras cosas.

Después de horas comprando, caminaban de regreso a la casa de Ayato, Kaneki aún estaba asustado sobre lo que podría pasar ¿y si su pequeño no sobrevivía al parto?  Las palabras del doctor siempre estarían grabadas en su pecho, no quería perderlos, quería tener una linda familia. Suspiro, quizás lo mejor era borrar esas cosas de su cabeza ya que el mismo Ayato había expresado su preocupación al verlo tan pensativo.

Adolescencia Perdida .:Ayakane:.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora