10. El sol de mi vida - Final

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Kaneki frunció el entrecejo aun dormido gracias a los molestos rayos de sol que se colaban por las oscuras cortinas de su habitación. Bufo y abrió sus ojos lentamente antes de frotarlos en un intento de que se acostumbraran a la luz. Cuando logro abrirlos sin molestia se sentó en la cama, esturo su cuerpo y miro por breves momentos el calendario que estaba en una de las paredes de su dormitorio. 

28 de Abril

Hoy era un día difícil, tanto para Ayato como para él mismo Kaneki, pues ese día hace 5 años exactamente, pasaron de ser una pequeña familia de tres a una de dos. Después de lo sucedido, fue difícil para todos continuar su vida, no es como si pudieran ignorar que él ya no estaba con ellos.

  — ¿Ya es de día...? — Pregunto Ayato, quien dormía al lado del albino gracias a que la noche anterior había tenido una terrible pesadilla. Sus bellos ojos azules se abrieron suavemente antes de bostezar.

  — Asi es, ya es de dia...Hoy tenemos que ir a verlo, asi que nos daremos una ducha y nos vamos ¿Entendido? — Pregunto Kaneki con una ligera sonrisa viendo como el mas joven se sentaba en la cama y tallaba sus ojitos con ambas manos. Poco despues Ayato asintió antes las palabras del contrario.

— Buenos dias...

— Buenos dias, Ayato. — Beso su frente y junto con el de cabellos oscuros, se dedico a arreglarse para poder ir al cementerio como cada 28 de Abril (iban mas seguido pero este dia debian ir sin falta) . Tras ese dia, Kaneki habia quedado con un vacio en su interior que no podia llenar con nada, la muerte no es cualquier cosa y tristemente aprecio la muerte de un hermoso ser, vio como poco a poco cerraba sus ojos para no volver a abrirlos y lo unico que podia hacer era llorar mientras acariciaba su mejilla, repitiendo una y otra vez que lo amaba. Jamas habia sentido tanta impotencia en toda su vida. Pero aunque le doliera, hoy en dia era alguien feliz y nadie le quitaria esta felicidad, no, claro que no. Lucharia por Ayato y lo protegeria de todo mal. No pensaba quedarse solo en este cruel mundo.

Cuando estuvieron listos, subieron al auto, donde el mas joven, apenas sintio el asiento del copiloto, cerro sus ojos para dormir. Kaneki rio, este niño lo mataria de ternura algun dia. Se encargo de ponerle bien el cinturon de seguridad y asi, despues de hacer lo mismo con su persona, se encamino al cementerio.

Era un dia lindo y le agradaba que la ciudad estuviera tan movida desde temprano. Escuchaba musica clasica y miraba distintos locas de comida "¿A donde lo podre llevar...? Ah, no se para que abro mi bocota prometiendole sorpresas si ni yo se cual es esa sorpresa. Deberias aprender a callar Kaneki" Se recrimino a si mismo riendo ligeramente. Pero le era imposible, cada vez que veia esos lindos ojitos azules brillando junto con aquel tierno puchero, no podia decirle que no.

En 20 minutos exactos habian llegado al cementerio, estacionándose a unos cuantos metros. El albino se quito el cinturon de seguridad e hizo lo mismo con el bello durmiente a su lado.

  — Arriba Ayato, ya llegamos. — Movio al pequeño el cual abrio lentamente sus ojos y asintio, bostezando. Bajaron del automovil y de manera automatica, Ayato, tomo la mano de Kaneki. Fuera del cementerio habia uno que otro puesto de flores por lo que aprovecharon para comprar unas.

— Esas. — El mas bajo señalo un bonito ramo de flores azules, moradas y con conejos hechos con flores más pequeñas. Kaneki asintio y las pidió.

Entraron cementerio, charlando sobre trivialidades. A cada paso que daba, Kaneki se sentía más pesado a diferencia de Ayato que parecía cada vez más feliz y no lo culpaba, le era adorable que se emocionara tanto de ir a verlo. El albino tomaba la cálida y pequeña mano del ojiazul entre la suya, pensando en lo que pudieron haber sido. Quizás estarían los 3 juntos, celebrando el cumpleaños de su pequeño hijo, comiendo pizza y pastel para luego ir al zoológico o algo similar. Suspiro al borde de las lágrimas, le dolía saber que eso jamás pasaría pero aún así, no se dejaría derrumbar, si se derrumbaba...¿Quien cuidaría a Ayato?

Adolescencia Perdida .:Ayakane:.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora