Los fantasma del recuerdo que asedian al desdichado,
Entregan la falsa esperanza del ayer,
Para arrancar la poca cordura que queda del ser.
Están hambrientos de miseria,
Sedientos de dolor,
Deseosos de desgracia.
Saben donde golpear,
Saben donde atacar,
Saben donde en verdad dolerá.
Ahora que han llegado,
Solo queda esperar,
A que aquella herida, se abra una vez más.
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Historias de un hombre solitario.
RandomUn poco de mi vida nada interesante o relevante solo un poco de lo que soy de lo que vivo. Desahogo quizá desapego probablemente y todo solo para olvidar lo que alguna vez fue.