Historias de un hombre solitario.

III

Lo que hice,lo que dije,no fue represalia de lo que antaño dijiste cegada de ira y de dolor.

No importa si me hice el villano de tu historia o si me hice la criatura desalmada y sin corazón.

Aquellas ultimas palabras no fueron de rencor, lo creas o no, te quise, tanto que no podría dar explicación y mi intención no era devolver el daño que ya habías causado.

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Todos los que antiguamente te acompañábamos sabíamos lo que podías causar y sin embargo no hicimos nada, nos quedamos expectantes ante esta cruel realidad.

Pese a estar acompañada eras solo una pequeña, una pequeña extraviada, desorientada, despistada, olvidada en este inhóspito mundo.

Eras solo eso, una pequeña que se negaba a crecer y entonces fue cuando solté aquellas palabras, aquellas palabras que disimuladamente escondían un adiós...

Aquellas palabras que calificaste como crueles, fueron las que te ayudaron finalmente a crecer y te dieras cuenta o no, lo que hice,lo que dije, fue porque te quise.

Y ahora, luego de todo esto, solo me queda darte mi último adiós.