NOVENO

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La miré decidida a no hablarle, sus ojos estaban muy comprometidos con los míos, seguían fascinandome pero... no, no podía seguir permitiendo que se comportase así conmigo.

No iba a permitirme sufrir a su ausencia de recuerdos, ausencia de sentimientos ni nada de eso, tenía que pensar más en mí una vez por todas.

-No por favor, ya me dijiste todo Alma, lo siento. -le dije desde la puerta- espero te recuperes pronto -dí unos pasos hacia atrás-.

-¡Green! -dijo casi llorando, sus ojos decían que estaba a punto de estallar en un llanto profundo, me sentí culpable por tal suceso y además de encontrarse delicada de salud sin saber cual era su causa-.

Recordé que Miss Avocet aún no había dado su brazo a torcer en cuanto a lo que pudiera verme con Peregrine, así que con más razón me iba alejando de la puerta, en cuanto Alma comenzó a toser como si le faltara el aire, no podía dejar que continuara en ese estado, tenía que ayudarla de alguna forma sin importa lo demás, todo por prevenirla de cualquier mal suceso.

Me acerqué corriendo hasta donde se encontraba arrecostada, en su cama, le sobé la espalda, de la mesa de noche cogí un vaso de agua y se lo acerqué, ella lo bebió y se calmo mientras me miró a los ojos.

Muy tarde, me perdí en ellos.

-Tranquila, ¿qué pasa?. -la interrogué-

-Sólo es un fuerte resfriado.

-¿Segura?

-Sí, eso me dijo Miss Avocet, además me comentó que es una señal para las Ymbrynes cuando están por cumplir la edad debida para crear su propio bucle.

-Espero sea eso y nada peligroso, Alma, tengo que irme -tomó mi brazo impidiendo que me fuera-

-Por favor... no te vayas.

Pasó por mi mente la vez anterior que me lo dijo: "Sé que soy complicada y difícil de entender pero, por favor... no te vayas Green" esas palabras volvieron a resonar en mi cabeza, en cuanto agregó:

-Lo siento por lo de Santi, él me indujo... Me dejé llevar, lo siento.

-¿Santi? No estoy enojada por eso -mentí-

-Bueno pero... sólo pensé... olvidalo. Pero ten claro que entre Santi y yo no hay nada, ni amigos ni nada, tu eres mi única mejor amiga, te quiero -me acarició con la mirada y sentí cosquillas en el estómago de emoción y ternura- Olvida lo de Miss Avocet, ella entenderá la situación.

-Me quedaré Alma, no quiero que nada malo te pase -besé su frente-

-Gracias -respondió-

En cuanto la admiraba, ésta miraba desapercibida sobre las cobijas, me miraba por instantes y ambas no eramos capaces de decirnos más, tan sólo disfrutabamos de la linda atmósfera de silencio que se había formado en su habitación, en cuanto Miss Avocet ingresó.

-¿Green, Que haces?...

-Miss Avocet, Green estuvo a tiempo cuando me atore por casualidad, ella me ayudó.

-Entiendo.. Bueno.

-Miss Avocet quiero que Green se quede.

~Miss Peregrine Y La Otra Historia <<PAUSA TEMPORAL>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora