"Somebody To Die For"

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En el apartamento de Magnus solamente se escuchaba el ronroneo de Presidente Miau cada vez que su dueño lo acariciaba, mientras intentaba concentrarse en un antiguo libro de hechizos, pero le costaba distraer su mente más de lo que se imaginó; No podía dejar de pensar en Alec, ese cazador de sombras no hacía más que volverlo loco, con cada sonrisa, cada sonrojo, cada cosa que él hacía, solamente lograba enamorarlo cada vez más, la imagen de sus hermosos ojos azules aparecía en su mente a cada momento, todavía no estaba seguro de como llego a amarlo tanto.

Un fuerte sonido lo hizo despertarse de sus pensamientos, seguido de una luz obscura, y al cabo de unos minutos, llegó Alec, que entro al apartamento completamente exaltado vistiendo su traje de combate. No fue necesario decir nada, ambos sabían que significaba aquello.

-¿Ya es hora?- fue lo único que pudo preguntar Magnus, a lo que Alec solo asintió.

Una gran batalla se aproximaba, todos sabían que no sería fácil, y posiblemente significaría el fin para muchos, fueran cazadores, vampiros, hombre lobos, o a su vez simples mundanos.

Al llegar, todos estaban en sus diferentes posiciones, listos para pelear, cuando empezaron a aparecer los demonios. Al principio fueron pocos, de los que pudieron encargarse fácilmente, pero pronto la batalla empezó a ponerse más intensa, cada vez más y más demonios aparecían por todas partes, a cada sitio que uno mirase, había alguien peleando contra varios demonios a su vez; y así fue como varios empezaron a caer.

Los tres hermanos Lightwood peleaban en perfecta sincronía, Jace al frente, junto con Isabelle, quienes mataban a la mayoría de los demonios a su alcance, mientras Alec, disparaba sus flechas con gran velocidad acertado en cada tiro, acabando con los demonios restantes. También estaba Clary, que junto con Simon hacían un excelente trabajo, y Magnus, utilizando a pleno su magia, ayudando a quien lo necesitara, pero aun así, no estaban más cerca de la victoria.

Magnus empezó a marearse, y su vista se volvió cada vez más nublosa, cuando una voz resonó en su mente "Pronto venceré, y acabare con todo lo que tu más quieres, hijo mío, empezado por tu amado cazador de sombras" Reconoció esa voz al instante: Asmodeus, príncipe de los infiernos, su padre.

-Alexander...- fue lo único que logro decir, antes intentar correr hacia su novio. Alec al verlo así, no pudo evitar distraerse, inspeccionándolo en busca de alguna herida.

-¡¿Magnus, que tienes!?- pero él no contestaba, por más que intentara explicarle, no lograba que las palabras salieran de su boca. Sus piernas temblaban, no podría aguantar su peso por mucho tiempo más, pero necesitaba proteger a Alec. Con su intento de moverse, solamente logró caer, aunque los brazos de Alec lo agarraron antes de que su cabeza pudiera tocar el piso.

-¡Háblame, por favor!- la angustia de Alec iba creciendo cada vez más, a medida que no reaccionaba - Abre los ojos Magnus, por favor, ábrelos... no me dejes...- su voz cada vez se iba apagando más, sintió como lo cargaban, seguido de un grito proveniente de una mujer, y los pasos de Alec alejándose de su lado, antes que todo se volviera completamente negro.

Al abrir los ojos, solo logro ver una luz blanca, para volver a cerrarlos, de a poco se fueron sintiendo distintas voces y sonidos que solo se fueron intensificando con cada segundo que pasaba. Cuando por fin logró mantenerse con los ojos abiertos, pudo ver donde se encontraba, la habitación era bastante grande, con unas cuantas camas en fila, pero además de él, solo habían dos personas allí, supuso que estaban inconscientes. Él había estado ahí antes, era el instituto. Despacio logró sentarse en su cama, y cuando se dispuso a pararse, entró alguien que para Magnus fue difícil de reconocer, era Jace. Ya no era aquel musculoso muchacho con desafiantes ojos dorados, sino que ahora estaba más delgado y decaído, su cabello rubio tapaba la mayoría de su cara, y sus ojos estaban sin vida. Pero no solo eso llamo la atención de Magnus, su runa parabatai, la cual compartía con Alec, no era negra como antes, ahora tenía un color gris.

"Eres Un Idiota"| MalecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora