No me quedaría ahí esperando respuesta de Sasuke. Me dirigí hacia el televisor que se encontraba en la sala, tomé el control remoto, oprimí el gran botón rojo “Power” y cambié de canal sin ver lo que había en la programación. Gracias a Dios, era la primera vez en 4 meses que no me daban por perdida, al parecer Ino había dado por fallida la búsqueda, tal vez se había dado por vencida o sólo lo dejó por la paz.
Había comenzado a tener hambre, cambie el canal de noticias a uno de caricaturas y me dirigí hacia la cocina. Él seguía en el mismo lugar y al parecer no se había movido. Tomé unos huevos de un pequeño cesto color café, el cual estaba repleto de ellos, un sartén y un poco de aceite. Encendí una mecha de la estufa y encima coloqué el sartén; coloqué un poco de aceite y esperé a que éste calentara. Mientras tomaba el mango del sartén y lo movía de allá para acá, por accidente saltó aceite a mi mano. ¡Demonios! Llevé rápidamente ésta a mi boca mientras me dirigía al grifo del agua. Sentí como Sasuke tomaba mi mano tranquilamente y ponía encima de la quemadura un hielo pequeño.
-Gracias –Susurré. Él seguía con una expresión sombría y fría a la vez. Tal vez creía él que yo era una tonta. Pues claro, tenerlo cercas, y con nervios, puede pasarme cualquier tontería que se puedan imaginar-.
-De nada –Se limitó a decir. Dio la media vuelta y tomó el sartén tranquilamente mientras que el sonido que emitía el cascarón al chocar contra el borde de la sartén tomaran el lugar de una buena y placentera plática entre una pareja- ¿Te apetece el omelet, o, quieres otra cosa? –Dijo cortantemente. ¡Basta! Esto es una estupidez, ¿Por qué enojarse por el simple hecho de poder casarnos?- No es simple –Se volvió hacia mí, mirándome incrédulo- Es un paso muy grande Sakura. Ah, se me olvidaba, ¿cómo puedes saberlo si no recuerdas nada? –Ésta era la gota que derramó el vaso. ¿Qué le estaba ocurriendo a Sasuke? Me acerqué a él y le di una bofetada. Rápidamente me tapé la boca, Dios, ¿qué había hecho?- Creo que lo merecía –Tragó saliva y se volvió hacia el sartén. ¿Creo que lo merecía? Lo merecía. Me fui hacia la sala, apagué el televisor y me dirigí hacia mi habitación- Cuando esté listo te lo llevaré –Gritó desde la cocina. Cerré la puerta detrás de mí y abrí las finas puertas que daban paso al pequeño balcón-.
A pesar del crudo frío de Noviembre el cual se prolongaba más y más frío conforme al paso de los días, no me importaba en ése momento. Lo que detestaba de mí, era que soy una persona estúpidamente sentimental. Como de costumbre comencé a derramar unas cuantas lágrimas pero sabía que no servía de nada. ¿Qué hice mal para que él se pusiera como si no existiera o solo fuera poca cosa? Tan solo sabía que detestaba las cosas así. Cuando algo toma un buen camino, al final del día pareciera como si todo llegara a salir perfecto, pero no. Siempre tiene que haber algo malo.
El apetecible olor del omelet recién hecho se había esfumado por completo de mi alrededor. Creo que se me había ido el apetito, aunque a Henshi le parecía injusto, cada vez se prolongaban más los ruiditos que hacían que mi estómago gruñera
estruendosamente y él pateaba levemente por dentro. Toqué mi vientre, unos momentos.
-Tranquilo Henshi, papá no debe de tardar –Escuchaba algunos gritos del interior de la casa siguiente, al parecer de una señora. Por segunda vez consecutiva su señor esposo llegaba tarde, ella lloraba descontroladamente y gritaba muchas palabras de un gran significado. Vaya, debe de estar pasándola peor que yo. Me volví hacia la puerta, la perilla giró lentamente y detrás de ella se encontraba Sasuke. Su mirada no se encontró con la mía en ningún momento, solo dejó la charola plateada encima de la cama y antes de marcharse por la misma puerta por la que entró se detuvo-.
-Provecho –Tomó la perilla de nuevo y cerró la puerta tranquilamente-.
¿Eso era todo? Si no me pasaba un accidente, me peleaba con él. Qué vida la mía.
Tomé la mesita de noche que estaba a un costado de la cama, quité el reloj que se encontraba ahí encima y lo aventé en la cama. Me coloqué un suéter negro el cual tapaba y calentaba mi cuello perfectamente. Arrastré la mesita hasta el balcón, puse encima la charola y me senté en el suelo. No me importaba el frío, solo quería disfrutar de una buena cena, si no se podía tener tan siquiera la presencia de Sasuke a mi lado, entonces disfrutaría de la compañía de las estrellas y la luna… y del frío, que era lo principal. Comía muy lentamente, masticaba cada bocado como 30 veces y después lo digería. No podía estar más aburrida en éstos momentos, en realidad me sentía muy sola sin Sasuke a mi lado. Me arrepiento mucho al haberle dado una bofetada, pero él no debió decir lo que dijo.
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Embarazada De Un Angel -Sasusaku- [TERMINADA]
FanfictionCaminaba entre las sombras de la oscuridad. Y él era mi única luz para poder salir de toda esa soledad y de pronto... Desperté. Abrí mis ojos y me cegaban las luces del quirófano por completo. Guié mi mano hasta mi abdomen, cada día crecía más y más...