Capítulo 27

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— ¡Mierda!¡Mierda!—Exclamó sumamente desesperada. —Es mi madre, debes irte. No puede verte—susurró haciendo señas con las manos.

De repente la escena de terror paso a ser una propia de una comedia romántica. Tenía en el rostro una expresión de pánico pero esta no era causada por un acosador sino por su madre y la idea del qué sucedería si se topaba conmigo.

— ¿Quieres que salte por la ventana?¿O que vuele fuera? — contesté sarcástico. Ella revolvió su cabello frustrada.

— ¡Mierda!— Golpeo su cabeza — Piensa, piensa... ¡Lo tengo!— Me tomó por la mano para arrastrarme hacía el balcón que estaba atravesando el living.

— ¿Pretendes que me quede toda la noche afuera?—Le pregunté esperando que entendiera que moriría de frío si lo hacía.—¡Ni loco!

— Quédate aquí, llevaré a mi madre a conocer mi habitación, aprovecha en ese momento y vete de aquí.

— ¿Por qué no quieres que me vea?

— No quiero que nadie te vea aquí y menos mi madre, pensará que eres mi novio o algo por el estilo. No sé si te diste cuenta pero ya son casi las doce de la noche. — Volvieron a golpear la puerta con más fuerza que antes.—Por favor... hazlo por mí.—Su expresión se volvió tierna de repente, junto ambas manos en señal de suplica, abrió grande los ojos y sacó su labio inferior afuera.

— De acuerdo— dije resignado. Cerró el ventanal y las cortinas tras el.

Corrió hacía la puerta y luego de arreglarse un poco abrió fingiendo total naturalidad. Por una pequeña abertura que dejaba la cortina me dedique a observar la escena, la curiosidad de saber cómo era su madre me ganó. Una señora de aproximadamente unos cuarenta y tantos muy similar a (tn) físicamente entró de prepo para abrazarla con tanta fuerza que pensé que la dejaría sin aire.

—¡Sorpresa!— Dijo una vez que la soltó extendiendo sus brazos y moviendo sus palmas.

—¡Mamá! ¡Realmente sí, es una sorpresa!— Y era cierto, si había algo que no se esperaba en ese momento era aquella visita— pero ¿por qué? dijiste que vendrías para el jueves, te adelantaste varios días.

— Es que me adelantaron las vacaciones, entonces arreglé con el manager Choi para que alguien me fuera a buscar al aeropuerto y darte una sorpresa.

— Ya veo... ven pasa— Tomó la maleta por ella y mientras  hacía un esfuerzo sobrehumano para mover tan pesada cosa, su madre observaba con cuidado todo el lugar.

— Ma, debes sacarte los zapatos— Le recordó ella. Miré mis pies de repente para recordar que los míos aun estaban en su pequeño recibidor —¿Y cómo esta papá?¿Mi hermano?¿La abuela?

¡Idiota, se dará cuenta!

—¡Oh! están todos bien hija, orgullosos de ti. Todos nos despertamos a las cinco de la mañana el día de tu entrega de premios solo para verla— La señora tardo en hacer la tarea debido a que, igual que lo hacía (tn), se había entretenido hablando pero en el momento en que centro su atención en lo que estaba haciendo lo descubrió— Hija ¿Y estos zapatos? ¿No me digas que tienes una doble vida?— Alzó mis mocasines para que (tn) pudiera verlos al tiempo que ella los examinaba. — Aunque eso no sería posible por que estos son 43 y tu calzas (n°)... ¿Estas saliendo con alguien?— Frunció el ceño y miró a su hija buscando una respuesta convincente, mas esta estaba en shock, su cerebro no encontraba una excusa creíble, lo sabía por su expresión de pánico.

— ¿Quieres ir a ver mi cuarto? La iluminación es hermosa y los muebles son un sueño. Tengo que mostrarte el baño, te caerás de espalda cuando los veas— Su vómito verbal comenzó, delatandola por completo. 

Mi destino ¿ Eres tu? JinYoung Got7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora