Capítulo tres

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El despertador volvía a sonar, no me acostumbraba a la rutina, y por si no tenía bastante con ese asqueroso sonido también tenía a mi madre pegándome voces desde la cocina, como siempre. Me levanté con los ojos entrecerrados y a causa de eso casi me choqué con la puerta. Un buen comienzo para ese día.

Seguí la rutina del día anterior, aunque ese día me maquillé un poco también, ya que el día anterior no había tenido tiempo. Delineé mis grandes ojos marrón claro con un lápiz negro y me pinté un poco los labios de un color rosa pastel, pero no sin antes ponerme un poco de base para tapar aquellas imperfecciones que me habían salido a causa del estrés. Salí del baño a toda prisa tropezándome con el último escalón pero saliendo victoriosa por la puerta. Algo iba mal, el coche de Tiffany no estaba allí esperándome ¿qué hacía ahora? No tenía más remedio que ir caminando, con suerte llegaría a tiempo.

A primera hora me tocaba historia. Mierda. Hoy tendremos que escoger los grupos para el famoso proyecto que hacen todos los que pasan por este curso, aunque bueno, eso es lo de menos, ya intentaré elegir bien.

Cuando entré por la puerta me dirigí a mi taquilla y cogí los libros de la asignatura que me tocaba para así dirigirme hacia clase. No había visto a Tiffany llegar ni tampoco su coche aparcado fuera, tal y como era ella seguro que estaría con el noviete que se había echado ayer y habrían decidido no venir hoy o simplemente venir más tarde. Los pasillos ya estaban vacíos.

- Señorita Smith ¿sabe qué hora es?- Dijo mirándome por encima de esas gafas que parecían dos cristales sueltos a causa de lo fina que era la montura.

- Sí, perdone pero es que pensaba que me traían en coche y después no...

- Después nada.- Dijo Isabella, la profesora, interrumpiéndome- Que sea la última vez. Ahora, siéntese.

- De acuerdo.- Respondí. Puse mi espalda bien recta y alcé la cabeza para que los demás se pensaran que en realidad no me había afectado nada de lo que me había dicho. Pero no fue así, ya que me sentí un poco avergonzada de que la profesora me hubiera dado el sermón delante de todos. No podía parecer débil.

Me senté en un pupitre al final de la clase, uno de los únicos que quedaban vacíos, eso me pasaba por llegar tarde, no había podido escoger el sitio. La profesora empezó a explicar lo que haríamos a lo largo del curso, pero más bien se centró en hablarnos sobre el trabajo de historia que tendríamos que hacer por grupos de cuatro. Cuando dijo eso lo primero que hice fue pasear mi vista sobre los demás y localizar a mis tres 'víctimas', las que me acompañarían a lo largo de ese trabajo, pero después de hacer eso, no habían pasado ni tres segundos cuando ella añadió 'Los grupos los haré yo'. Eso me jodió, y mucho, porque ese trabajo valía casi toda la nota de historia. Éramos 24 en ese aula, así que prosiguió a hacer seis grupos de cuatro personas cada uno.

Empezó por el primero y desconecté mi mente para pensar en mi padre, cuando de repente escuché que Isabella decía mi nombre seguido de mis tres compañeros.

-Gaelle Smith, Barbara Watson, Nick Peterson y Zayn Malik serán el último grupo. Ahora sentaros todos con los compañeros que os he asignado, por favor.

-Bien, me ha tocado con el mejor grupo de todos, y encima hay un empollón, ese tal Zayn.- Dije en tono irónico.

-Tampoco está tan mal, al fin y al cabo.- Me susurró Barbara, que me había escuchado.

-Eso está por verse.- Añadí.

Miré con detenimiento a mis tres nuevos compañeros y me percaté de que ese tal Zayn, el empollón, era el impresentable con el que me había chocado el día anterior y me había respondido de esa forma. Lo que me faltaba.

Strong {Zayn Malik}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora