Strong {Zayn Malik}

Capítulo seis

Narra Gaelle

Lo que llevábamos de camino se había hecho largo e intenso, ninguno de los dos sabíamos de qué hablar ni cómo entablar una conversación. Íbamos uno al lado del otro, al principio callados, sin hablar, y más tarde decidimos coger cada uno nuestro móvil para así hacer ver que hacíamos algo, cuando en realidad, por lo que me parecía ver, ninguno de los dos estábamos haciendo nada de provecho. Él se adelantó a hablar.

- Es extraño esto de que antes ni nos habláramos y ahora, el segundo día después de hacer un trabajo, cuando aún nos queda todo el curso por delante, hayamos decidido quedar.- Dijo él mirando hacia adelante mientras seguía con la vista cada una de las racholas de la acera.

- Primeramente no hemos quedado, esto es simplemente para hacer un trabajo, y segundo, si te parece tan extraño y no quieres 'quedar' conmigo, puedes irte a tu casa, no llevamos mucho camino que se diga.- Dije mirándole.

- No me refería a eso... Si es mucho mejor estar así, ya que no hemos empezado con muy buen pie. Si lo sé no digo nada, todo te lo tomas a mal, o eso me parece a mí.- Dijo esta vez mirándome fijamente.

Bajé la mirada y seguimos caminando, no volvimos a hablar hasta que llegamos a mi casa.

Cuando llegamos lo primero que hice fue mirarlo a la cara, estaba estupefacto. Mi casa no era para tanto, era grande, sí, pero no era nada de otro mundo, la fachada era bonita y cada uno de los detalles de ésta eran bastante elegantes, cosa que hacía que aparentara ser mucha más de lo que era, pero por dentro era más bien normal, con las habitaciones justas, además de que no tenía hermanos, así que por esa misma razón a mí y a mi madre no nos hacía falta mucho.

- ¿Qué te pasa en la cara?- Le dije después de mostrarle una pequeña sonrisa.

- Nada, nada. Esta casa es enorme, y es muy bonita.- Dijo sin quitar la vista de mi hogar.

Me dirigí a la puerta y él me siguió. Entramos a mi casa y Zayn me preguntó dónde podía dejar sus cosas, así que subimos a mi habitación para dejarlo todo allí. Cuando entramos Zayn paseó sus preciosos ojos miel por cada uno de los objetos que se encontraban en aquella habitación, como si la estuviera explorando, y después se sentó encima de mi cama. Me lo quedé mirando y alcé una ceja, él rápidamente me miró y se levantó de un salto, pero parecía que seguía teniendo curiosidad por todo, así que cuando me empezó a preguntar el por qué de mis pósters y mis fotos entre otras cosas, le respodí un poco cortante, pero cada vez me soltaba más con él y le iba explicando todo lo que quería saber con más simpatía, no había ninguna razón para no poder contarle esas cosas, no eran tan 'privadas'.

Pasó un buen rato y después del interrogatorio que me hizo decidimos bajar a la biblioteca para buscar libros que nos pudieran ayudar a hacer el trabajo. Era bastante curioso, y eso me estaba empezando a sacar de quicio, pero yo le seguía la corriente y además eso sería un punto más para conocernos. Sí, quería que nos conociéramos mejor, no quería tener malos rollos con él y más ahora que tendríamos que pasar algunos ratos juntos. Muchos de los libros que me señalaba eran porque se los había leído, y justamente eran los de mi estantería, estaba bien esto de que le gustara leer tanto como a mí, ya que a mí me encantaba porque era como una vía de escape que me alejaba de la realidad para llevarme a un mundo que me gustaba, un mundo que yo elegía.

Hicimos el trabajo durante un rato pero después me entró mucha hambre y por lo que parecía a él también, así que fuimos a la cocina a comer algo.

- En realidad no eres tan 'mala' como pareces.- Me dijo el moreno.

- ¿Cómo que 'mala'? Perdona pero ser cerrada no es ser mala, y si para ti lo es, entonces tú también eres malo ya que no me has contado nada sobre ti durante todo el rato que llevamos juntos.- Le dije mientras le lanzaba una seria mirada.

- No me refería a eso en concreto, me refería a que eres muy seria con la gente y parece que nunca te afecte nada pero por todo lo que me has explicado esta tarde, creo que en realidad eres una buena chica.- Me dijo mostrando una pequeña sonrisa.

Las palabras le salían solas de la boca, como si ya lo tuviera ensayado, y eso, aunque pareciera que me iba a sentar mal, causó en mí todo lo contrario, creo que me gustó que pensara eso de mí, me empezaba a gustar este chico y eso que hacía unas horas le odiaba y pensaba que era un impresentable, pero me había dicho algo bonito y eso me gustó.

Le miré mientras le devolvía la sonrisa y sólo pude dejar escapar un "Gracias" que llegó y se fue igual que un suspiro, pero dejando eso a parte, era verdad que él no me había explicado nada de su vida, ni dónde vivía, ni quiénes eran sus amigos, ni qué hobbies tenía, ni tampoco se le había pasado por la cabeza el decirme que otro día podíamos ir a su casa. Quería saber más cosas sobre él, tampoco era tan malo al fin y al cabo.