"Si tu intención es describir la verdad, hazlo con sencillez y la elegancia déjasela al sastre. - Albert Einstein "
Tarareaba Clocks mientras iba camino a mi automóvil, las llaves tintineaban en mis dedos y mi cabeza se movía al ritmo de la canción. Sin embargo, la música en mi cabeza se apagó al ver una figura masculina agachada en el capó de un auto unos espacios adelante del mío. Al acercarme cada vez más, me di cuenta que no era cualquier auto, sino el mismísimo Boss por el que había babeado hace unos días.
Ansiosa por darle una miradita al motor me acerqué con sigilo y toqué en el capó para anunciar mi presencia.
– Hola ahí, ¿necesitas ayuda? – dije parándome en las puntas de mis pies para admirar el interior del auto. Era de cuero oscuro y brillante; totalmente renovado. Una belleza.
Al escuchar la exhalación venir del chico del auto, quité la atención del interior y mirar de frente al dueño, para nada preparada. Sería lindo decir que no me sorprendí al verlo, pero pues... lo hice. Quiero decir, era completamente lógico que el auto le perteneciera. Ahí estaban las fichas, yo sólo necesitaba armar el rompecabezas, fui demasiado distraída para atar cabos.
Xander se volvió hacía mí y esbozó una sonrisa lobuna. Sus brazos estaban cruzados en su pecho y sus caderas se apoyaban en el auto. Imité posición de sus extremidades superiores y lo miré con exasperación.
– Ves que sí puedes ser una chica linda.
Podía irme. ¡Claro que podía irme! Nada me estaba reteniendo ¿verdad?
Sin embargo, si me iba tal vez se quedaría aquí toda la tarde. Esperando a que algún mecánico se apiade de él. Por no hablar que terminarían timándolo. Además... podría echarle un vistazo al motor, no todo era sacrificio.
¿Me iba a aguantar todas sus idioteces?
¿Lo iba a dejar tirado?
Pero enserio, ¿serías capaz de dejarlo aquí? Cuestionó una voz en mi cabeza.
Uhgggg.
Maldita sea mi consciencia. ¿Será posible que Siri pueda reemplazarla? ¿No? Uh, mierda.
Reprimí el gruñido y la verborrea que se avecinaba, en vez de ello le di un empujón suave para que se hiciese a un lado y me diese un vistazo al motor. Al moverse, me dio vista plena de la belleza debajo, quitándome el aliento.
– Sí, nene. Cásate conmigo – farfullé viendo las piezas color cromo.
Un resoplido divertido interrumpió mi ensoñación.
– No me creas tan fácil. Invítame a salir primero.
No tuve que girarme para sentir su expresión traviesa.
– Lo siento, no eres mi tipo – espeté de manera apresurada.
Xander rió, para nada afectado.
– Claro, me acabo de dar cuenta .– Tengo huesos y carne donde tú prefieres metal y caucho.
No pude evitar soltar una risita. Viendo que tendría que ensuciarme las manos, me quité la chaqueta y el suéter ligero que llevaba, quedándome en una camiseta sin mangas, blanca. Se las pasé y me adentré en el motor
– Vaya... Lo captaste al fin – expresé, mi voz atenuada por el espacio reducido.
Él silbó desde atrás.
– Ya lo creo.
Rodé los ojos desde adentro.
– Estás viéndome el trasero ¿verdad? – apoyando mis manos a cada lado del motor; lancé mi cabeza hacia adelante, derrotada.
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AWAKE
Teen FictionLas mentiras son algo cotidiano y banal. Salen sin precaución ni medida. ¿Alguna vez has pensado en no hacerlo? Es difícil cuando lo hemos hecho toda una vida. Por el contrario, Willa, no puede tolera las mentiras: no soporta escucharlas, no soport...