Capítulo 10
–¿Vamos a hablar o seguimos así? –Preguntó Leonardo rompiendo el silencio en el que estaban sumidos.
–Señor, no hay nada que decir, ya se lo dije.
–Claro que sí, quiero conocerte más, no le veo ningún inconveniente y ¿tú? ¿Te molesta que te trate informalmente?
–No, siempre y cuando lo evitemos en la empresa.
–Con la condición de que tú también me trates así. Como dijiste estamos fuera de la empresa y aquí somos simplemente dos personas: Leonardo y Danna, ¿correcto?
–Bien, pero ¿de qué vamos a hablar?, no hay nada que tenga que contar, no nos conocemos –replicó Danna, sin poder evitar el tono de desconfianza.
–Pero eso tiene solución, por eso empezaremos a conocernos ahora –terció Leonardo y de pronto su mirada cobró un brillo–. Te propongo algo: pregunta lo que quieras y a cambio obtendrás una respuesta sincera y viceversa, es decir yo pregunto y espero obtener lo mismo de ti, ¿aceptas?
¡Sinceridad! Danna lo pensó por un instante que pareció eterno, sincerarse totalmente con alguien, con su ¡jefe! ¿qué podía perder?
–Acepto –finalmente pronunció y Leonardo la miró con una sonrisa triunfante en los labios.
***
–No es tu problema, ¿entiendes? –gritó Stefano dejando boquiabierta a su esposa y el brillo de una lágrima a punto de derramarse hizo que se arrepintiera en ese mismo instante porque la estaba hiriendo, casi inconscientemente–. Lo siento cariño –pronunció casi en un susurro mientras se acercaba para estrecharla en sus brazos, mas, ella se apartó dolida por la actitud de él.
–Solo trataba de ayudarte Stefano, de verdad quiero, pero si no me dices que es lo que te tiene así, no veo que pueda hacer nada.
–Tonterías del trabajo y me desquito contigo. De verdad lo siento, normalmente no soy así, lo sabes. Te amo y no quiero dañarte.
–Yo también te amo, pero por el bien de nuestro matrimonio, controla tus actitudes por favor. Sí, me haces daño y por más disculpas que pidas, lo dicho no se borrará. Además estamos discutiendo por cosas sin importancia, eso es lo que me preocupa.
–No lo haré más, te lo prometo. Dame tiempo, porque pronto solucionaré el problema y volveremos a vivir en paz –dijo Stefano pensando en la manera de hacer que Danna se fuera, no era bueno para su paz mental tenerla cerca, además su esposa podría ponerse celosa y... sí, definitivamente Danna debía irse.
***
Danna le contó toda su historia, no sin poner cierta resistencia inicial, que fue vencida por la total confianza manifestada por Leonardo, que le relató toda la historia de su feliz matrimonio de 8 años y como su esposa había muerto en un lamentable accidente. Cuanto la amaba –había pronunciado con nostalgia. Al verlo así a Danna se le partió el corazón, así quería que la amaran a ella. Bueno, en el pasado hubiera querido algo así –rectificó mentalmente– ahora ya no.
–Imbécil –exclamó Leonardo, con furia contenida, cuando Danna acabó de relatar su historia–. ¿Cómo alguien puede hacer eso?
–Ambos éramos inmaduros y créeme realmente lo odié hasta que me di cuenta que me hacía daño a mí misma y que el mejor castigo era mi indiferencia.
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Encuentro con el destino (Italia #1)
RomansaDanna había decidido darle un nuevo rumbo a su vida. Renunció a lo conocido y se aventuró hacia Italia como pasante de una famosa empresa de diseño. Huía de un pasado que aún la atormentaba en sueños. ¿Podría finalmente olvidarlo? ¿O el destino...