Narra Christian.
Me encuentro acostado con Laura entre mis brazos mientras ella sigue durmiendo plácidamente.
Cuando miro la hora me percato de que son las 11:30 de la mañana, parece que hemos dormido mucho.
Como ella tiene un pequeño esguince en el tobillo decido ir a por el desayuno para traérselo a la cama; me quedo unos instantes mirándola.
Ella se encuentra envuelta entre las sábanas. Es inevitable no perderse en ella.Me visto con cuidado e intento no hacer mucho ruido, salgo de la habitación y me pongo a pensar en todo lo que estoy haciendo con ella.
Ayer tome la decisión de abrirle mi corazón y aunque lo he intentado con todas mis fuerzas siento que ella aun no sabe toda la verdad sobre mí.
Mi pasado sigue oculto para ella y para casi todos.Decido dejar de pensar en eso y me concentro en la cola que se encuentra delante de mí.
Veo cómo James, el monitor, se sitúa a mi lado y no puedo evitar soltar una risita traviesa.
- Buenos días James - le saludo
- Buenos días Christian, ¿como está Laura ? Ayer me enteré del conflicto que tubo con su compañero.
- Ella está bien, tranquilo. Por cierto me ha comentado un estudiante que le encantaría practicar tiro con arco. ¿tú enseñas?
- si, lo hago. ¿Quien es?
- Rafael García
- Más tarde pasaré a buscarle, a ver si le interesan unas clases.
- Oh estoy seguro de le que le interesarán. - Rio
Diez minutos más tarde me encuentro entrando en nuestra habitación. Laura sigue dormida así que decido dejar el desayuno en la pequeña mesita que se encuentra a mi lado.
Poco a poco me acerco a ella y empiezo a dejarle besos por todo el rostro.
Narra Laura.
Un beso, dos besos, tres besos. Cada cual más cerca de mis labios, pero ninguno de estos llega a tocarlos.
Abro los ojos y me encuentro con un Christian muy sonriente.
- Buenos días, Laura - susurra cerca de mi oído.
Lo que proboca que me estremezca al sentir su aliento tan cerca de mi cuello.- No sabía que los medicos despertaran así a sus pacientes - digo con una sonrisa plasmada en la cara.
- No sabes nada de mí nena - dice acercandose, provocando que nuestras narices se rozen.
Yo dejo de sostenerle la mirada mientras él acerca su mano a mis rostro, levantandome así el mentón.
- Joder Laura, pideme que te bese.
- ¿Como? - le contesto sorprendida.
- Oh vamos nena, no pienso hacerlo sin tu consentimente.
Está tan cerca mía que su aliento esta rozando mi nariz.
- Bésame - le susurro contra su boca.
No hace falta que se lo vuelva a repetir, ya que se encuentra encima mía, besandome lento, como si en verdad lo necesitara.
Poco a poco el beso va subiendo más el tono. Empieza a hacer calor y la ropa empieza a sobrar.
- Quiero ir despacio, pero cariño te necesito ya - gime en mi oido.
Yo solo gimo al sentir sus manos colandose entre las sabanas, él me mira pidiendome permiso para tocarme y yo le respondo con un tierno beso en los labios.
Me dejo llevar completamente por la excitación y la adrenalina que recorre mi cuerpo en este momento.
Cuando me quiero dar cuenta, él se encuentra colocandose un preservativo.
-¿Eres virgen? me pregunta.
Yo solo me pongo roja y el me dice que esté tranquila, que irá despacio.
Una punzada de dolor, y todo lo demás placer. Sus embestidas son suaves y lentas pero poco a poco se vuelven más duras.
- Mmm profesor... - gimo antes de llegar al climax.
ESTÁS LEYENDO
Eres Mia
Roman pour AdolescentsÉl es intenso, arrogante e intimidante. Tiene un pasado traumatico... además de ser mucho más mayor que ella. Ella esta rota por dentro, no tiene a nadíe.