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17. dame una señal

Capitulo dedicado a @darrencurls @BooksAreMyUniverse @AkuCintaKamu2102 @pandi12girl

17. dame una señal (toma mi mano, estaremos bien)

Las luces de la ciudad le cegaban mientras Jace conducía tan rápido como podía dentro de la ley, de camino al hospital. Alec se mordía el pulgar con fuerza, su pecho inundado de caliente y abrumadora preocupación.

Cuando Jace finalmente aparcó la furgoneta con un frenazo que, si no hubiera sido por el cinturón, hubiera mandado volando a Alec por la luna del coche, él se bajó de un ágil salto del automóvil y, sin esperar a Jace sabiendo que le seguiría, empezó a correr hacia las puertas dobles del hospital.

A su alrededor iban de un lado a otro doctores y enfermeras en bata, llevando camillas y llamando a personas dentro de las distintas consultas. El olor a antiséptico llegó a las fosas nasales de Alec, y buscó desesperadamente con la mirada algún rastro de Simon y Raphael.

Una mano se posó en su hombro y giró el rostro asustado para poder ver a Jace.

"Va a estar bien" dijo tranquilizador.

Pero podría no estar bien. Podría tener más que unos simples moratones como siempre. Podría haber sangre. Podría ser algo más grave que un simple golpe. Ya que, bueno, ha acabado en el hospital.

Alec se acercó a la recepción, sus manos temblando a sus costados, aguantándose las lágrimas que se amontonaban en el valle de sus aguamarina.

"Buenas noches, busco a Magnus Bane."

"Un segundo" dijo la mujer en el otro lado de la barra. Miró un par de cosas en el ordenador y luego le miró con ojos tristes. "Habitación 203, segunda planta."

"Gracias"

Subieron las escaleras en silencio, el sonido de las suelas de los zapatos chirriando contra el suelo limpio y brillante.

Cuando localizaron la puerta, de ella salió un doctor.

"No podéis pasar a menos que seáis familiares del paciente" dijo con profesionalidad. Alec quería meterle la profesionalidad por el culo.

"Eh, sí, claro..." empezó a decir Jace, pero Alec le interrumpió.

"Soy el primo de Magnus" dijo con acento mexicano. ¿Por qué estaba hablando con acento mexicano? Que importa, situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas. "Del sur, ya sabes... Wey."

Jace le miró con una ceja alzada y Alec se la devolvió pidiéndole que le siguiera el juego.

"Oh, sí, sí" carraspeó y habló en un acento que tiraba más a argentino que a mexicano. "Somos sus primos, sangre de sangre, boludo."

El doctor les miró de arriba abajo.

"Alexander, podéis pasar. ¿Debo comentar a tus padres qué has intentado cometer una negligencia ante una persona de autoridad dentro de una institución médica?"

Mierda, Alec no se acordaba que allí todo el mundo conocía a sus padres.

"No, no es necesario comunicarles... Eso. Gracias, señor doctor enrollado" dijo Jace, palmeando su hombro como si le conociera de toda la vida. Cuando el doctor se recolocó la bata y le miró de mala manera, Jace tragó saliva y miró a Alec.

"Entremos rápido antes de que se arrepienta"

Entraron a la habitación torpemente y Alec se quedó de piedra. Pero no, no estaba la Medusa enfrente de él, con sus cabellos reptiles mirándole amenazantes.