I think I'm in love again « malec

7. y ahora estoy un paso más cerca de estar

7. y ahora estoy un paso más cerca de estar (a dos pasos más lejos de ti)

Alec escuchó el sonido de pasos acercándose por el pasillo y rápidamente se tapó aún más con las mantas, cerró los ojos y se hizo el dormido.

La puerta de su habitación se abrió sin delicadeza, la madera golpeando la pared. Alec no reaccionó a eso y siguió fingiendo que estaba durmiendo.

"Lo ves. Dice que está enfermo y que no quiere ir a clase" la voz de su hermana llegó a sus oídos.

"Isabelle, vete arrancando el coche. Yo me encargo" Lydia dijo y los tacones de Izzy se escucharon alejarse. Se había quedado solo con Lydia. "Alec, levántate."

Alec no respondió y Lydia suspiró. El ojiazul notó como la cama se hundía a sus pies, por lo que imaginó que Lydia se había sentado allí.

"No me creo que estés enfermo, Alec. Tú nunca te pones enfermo. Te cuidas demasiado para los entrenamientos."

Alec gruñó y se destapó, todavía con los ojos cerrados.

"No me hagas ir al instituto, por favor." rogó Alec con su voz ronca. "Seguramente Magnus le haya contado a todo el mundo lo que ocurrió ayer y ya deben saber lo que soy."

Alec aún podía recordar la proximidad de Magnus, el roce de sus labios suaves contra la piel caliente de su cuello, sus ojos pardos recorriendo las facciones duras de su cara, clavándose en sus ojos agua. Se sentía avergonzado por haber caído tan fácilmente, su cabeza nublada en aquellos momentos por el calor que irradiaba el cuerpo de Magnus y sus palabras tentativas.

Estaba seguro que a estas horas todos sus amigos y compañeros sabrían su secreto.

"Si hubiese sido así, me hubiese enterado. Magnus no ha dicho nada, Alec." dijo Lydia, su cabello dorado suelto sobre sus hombros "Además, tu sexualidad no es lo que eres, solo es una parte de todo lo bueno que tienes. Nunca olvides eso. Puedes ser gay, pero eso no dicta si eres una buena o mala persona. Eres un gran chico, Alec, y que te gusten los chicos no cambia eso."

"¿Pero no ves como tratan a los subterráneos?" suspiró Alec, refiriéndose a sus amigos "Son maltratados constantemente porque la mayoría es homosexual o bisexual."

"No solo los maltratan por eso" dijo Lydia con sus ojos teñidos de tristeza. A Lydia tampoco le gustaba la violencia, ni verbal, ni física, ni emocional.

"Lo sé"

"Pero tú estás cambiando eso" le recordó Lydia "Saliste a defender a Simon y desde ese día nadie ha vuelto a salir herido. Eres su héroe."

"No soy un héroe, Lydia. Si lo fuera, tendría los huevos para salir y decir lo que realmente quiero decir." Alec escondió el rostro en la almohada, fastidiado.

"Puedes decir lo que quieras, ¡puedes gritarlo! Solo tienes que hacerlo. La vida es demasiado corta para pensarse las cosas y arrepentirse."

Que pena que esas eran las dos cosas que más hacía Alec.

"No me salgas con tus motivaciones."

"Vamos, ¡levántate! No te vas ha quedar aquí como un cobarde. Tarde o temprano tendrás que enfrentarte a Magnus" dijo Lydia, tirando de la pesada pierna de Alec, haciendo el intento de tirarle de la cama.

"Prefiero tarde."

"Alexander" ordenó Lydia, enderezándose y cruzándose de brazos.

"Está bien" Alec soltó un suspiro y se incorporó "Pero que sepas que te odio."