Hojas de Otoño

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Capítulo 6

Hojas de Otoño:

Y de repente

Llega alguien con mucha luz

Y no le importa

Que tan oscuro estas

Y se queda ahí

A tu lado

Alumbrándote.

1 año después

Abby era la encargada de retirar a las niñas ese mediodía, a Gustus le habían cambiado el horario del trabajo y Becca tenía reunión docente, así que le era imposible poder llevar a la pequeña Lexa a su casa.

Cuando ambas niñas entraron a la parte de atrás del auto Abby pudo notar por el espejo retrovisor que su pequeña Clarke estaba de mal humor, estaba seria, con el ceño fruncido, movía su mandíbula de un lado a otro y se había cruzado de brazos. Lexa, por su parte iba jugando con su pelo mientras miraba por la ventanilla, como si nada hubiese pasado, quizás no haya pasado nada entre ellas, pensó Abby pero estaba segura de que algo le pasaba a Clarke.

Abby no tardó mucho en comprender que era lo que le pasaba a la pequeña rubia de ojos celestes, apenas estaciono el auto en la entrada Clarke bajo a toda prisa, entró a su casa y corrió escaleras arriba hacia su habitación, Lexa miró a Abby y se encogió de hombros, dándole a entender que no tenía ni idea de lo que a su amiga le pasaba. Ambas subieron las escaleras hasta la habitación de Clarke, cuando Abby abrió la puerta tuvo que esquivar la camiseta de Clarke, quien se la había sacado y aventado por los aires, Abby frunció el ceño y Lexa miró a su amiga con una expresión de sorpresa dibujada en su cara.

- ¿Clarke, cariño? ¿Qué haces?

- ¡¡Esto me molesta, mamá!! – Grito la pequeña rubia intentando quitarse el sujetador que había comenzado a usar - ¡¡No quiero usarlo, me molesta mucho!!

- Pero, cariño... - intentó hablar con ella pero Clarke ya se había quitado el sujetador.-

- Listo – dijo cuándo tiró la prenda sobre la cama y se giró para poder mirar a su madre, lo que no se espero fue encontrar la presencia de Lexa en la habitación, Clarke sintió como sus mejillas comenzaban a arder y rápidamente volvió a girar y tomó la camiseta de su pijama y se la puso. Por su parte Lexa también sintió arder sus mejillas cuando vio a su amiga en esas condiciones.

- ¿Clarke? – la llamo Abby ya que la pequeña se había quedado de espaldas a ellas –

- En casa puedo no usarlo ¿Verdad? – le preguntó su hija cuando al fin volteo hacia ellas –

- Está bien, cielo. Pero debes acostumbrarte a usarlo.

- No me gusta – refunfuño mientras se sentaba en la cama, ponía los codos en sus piernas y apoyaba la cabeza en sus manos –

- Lo sé, cariño. Pero es necesario – Abby se acercó a ella puso un dedo debajo de su mentón y la obligó a mirarla – te estas convirtiendo en toda una señorita, Clarke. ¿Recuerdas que a tu hermana le paso igual? – Clarke asintió – bueno fue solo cuestión de tiempo ¿Si cariño?

- Bueno mamá.-

- Muy bien, mi amor – Abby se inclinó y depositó un suave beso en la frente de Clarke – voy a preparar el almuerzo.

Hasta el último latido [CLEXA AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora