Epílogo

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Tras escuchar de la boca de Loyn las palabras "A corazon descubierto" una ola me arrastraba mar adentro

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Tras escuchar de la boca de Loyn las palabras "A corazon descubierto" una ola me arrastraba mar adentro. ¿A dónde me llevaría? ¿Qué había pasado? Estaba en un túnel. Sin detenerme, avancé hasta hallarme fuera de éste. La luz cegaba mi vista y los ojos se me cerraban. A lo lejos, me parecía incluso escuchar voces que me resultaban familiares.

Llegue al lugar donde empezó todo: la playa. Me tomé un suspiro para reflexionar. Tiempo atrás, mis miedos habían sido más fuertes que mis sueños. Ahora ya no iba a permitir eso. Ahora estaba transcendiendo mis propios límites. Ya dominaba la teoría, ahora tocaba ponerla en práctica.

De nuevo, el tunel y las luces. Esta vez avanzando en un vagón a toda velocidad.

-¡La paciente está volviendo en sí! ¡Jacqueline está despertando!- manifestó con ilusión una voz.

Esas voces me hicieron abrir los ojos. Por ese olor tan desagradable y particular supe enseguida donde me hallaba. ¿El sótano? ¡No, calla, calla! Casi peor... ¡Un hospital! Me reincorporé un poco y pude apreciar un gotero y la típica sonda intravenosa. Esto sí era real. Me quite la mascarilla y escuche unos pasos en el pasillo que se dirigían hacia la habitación. De golpe, la puerta se abrió.

-¡La paciente ha despertado!- exclamó una enfermera.

Un par de enfermeras más, entraron y revisaron el gotero, hicieron anotaciones y salieron de la habitación. En ese momento entró el médico.

-¿Recuerdas tu nombre?- me preguntó examinándome la vista con una especie de linterna.

-Sí, Jacqueline Mèlier Diaspore- respondí.

-¿Edad?- persiste con el interrogatorio. 

-Veinticuatro- respondo.

Se retiran el médico y las enfermeras y hablan por lo bajito.

-¿Qué sucede?- pregunté incorporándome de la camilla. 

-¿Recuerdas lo que pasó?- preguntó con preocupación el médico.

-Pues... solo recuerdo la playa. Y una ola gigante...- me detuve.

No podía contarles lo que había vivido. ¿Quién iba a creer todo lo que me había sucedido? Ni yo misma me lo creía. ¿Y si todo había sido un sueño?

-Verás Jacqueline...-empezó amablemente una enfermera- Tuviste un pequeño incidente en la playa... Parece ser que te arrojaste al mar y el impacto contra una roca te produjo un coágulo cerebral que te indujo a un coma.

-¿Qué estás diciendo?- dije a mil palpitaciones por segundo, desesperada y a punto de darme un ataque al corazón.

-Intentaste suicidarte y el golpe te dejo en coma- dijo fríamente otra enfermera con cara de bugdoll.

A corazón descubiertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora