CAPITULO III

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GIRO 360

Mi madre respondió –ya tengo tres meses y es varón.

La madre de Jale se inundó de lágrimas y abrazo a mis padres fuertemente, de ahí para adelante todo iba a cambiar, daría un giro de 360 grados, cambiaría la vida de mis padres y la mía.

Solo faltaba 6 meses para mi llegada, todos estaban alegres y comenzaron a preparar las cosas, aunque faltaba mucho pero el ánimo estaba ahí. Al día siguiente las fuerzas estarían al tope, mi madre muy temprano fue a preparar el desayuno, el aroma llegaba hasta el cuarto donde estaba papá, mi madre grito – ¡a desayunar!, de inmediato mi padre fue hacia la cocina sin tardar ni un segundo, no podía creer la delicia que había preparado mi madre, y en la mesa había:

-pescado, que al momento de probarlo retrocedías en el tiempo, veías tu infancia, las locuras que hacías de pequeño y suspirabas.

-té, estaba compuesto con las mejores plantas medicinales que solo crecían en las montañas, al momento de probarlo sientes como si el alma regresaría a tu cuerpo, como que los huesos abatidos se recrearían al instante, todo esto causaba las manos de mamá en mi padre y en cualquier otro que probara las delicias que fueran preparadas por ella.

Al terminar de desayunar, mi padre fue a reparar la carpintería, pero no sin antes decirle cuanto quería a mi madre y al hijo que estaba esperando, dio un beso a mi madre y al vientre, mi padre estaba con una sonrisa de oreja a oreja que nadie se la quitaba.

Papá se demoró semanas en reparar la carpintería, pero lo había logrado y no habría nada que echará abajo sus ilusiones, en las mañana cortaba madera para fabricar la cuna y todo lo que fuese necesario para mi llegada.

Mi padre era romántico por naturaleza, un día llevo con engaños a mi madre a las montañas, tenía una gran sorpresa para ella, jamás imaginaria mi madre lo que presenciaría esa tarde. Antes de llegar al punto, mi padre vendo los ojos de ella y la llevo despacio, cuando llegaron mi padre le saco la venda de los ojos y le dijo:

-¡Sorpresa!

Mi madre estaba sorprendida con lo que estaba viendo, se quedó con la boca abierta y solo atinó a decir:

-¡wau!

Se sentaron en el pasto verde y fresco, alrededor de ellos habían plantas y flores como:

-el tulipán

-girasol

-el boca de dragón

-el pensamiento

No había mejor forma de contemplar y admirar el ocaso del majestuoso astro, se quedaron un buen tiempo ahí.

Mi padre la abrazo y le dijo:

-te amo de aquí hasta las estrellas, lo que siento por ti es tan bonito como la luna y el arco iris pero aun así no se comparan contigo.

-sabes, quiero estar contigo hasta el último de mis días, estar a tu lado así como ahora pero ya ancianos, y ahora soy más feliz porque tendré un hijo sangre de mi sangre con la mujer que conocí aquella tarde de verano.

Mi madre sensible y con lágrimas le respondió:

-yo también te amo mucho, gracias por existir.

Ese momento quedo grabado para toda la vida, que nadie podrá nunca borrar de la mente y corazón de mis padres.

El tiempo paso rápido y llego el sexto mes, y el vientre de mi madre había crecido, ya no podía hacer muchas cosas como cocinar y que desde ahí mi padre comenzaría una metamorfosis en su cuerpo.

A la mañana siguiente vino a visitar la mamá de Jale, pregunto a mis padres si ya habían pensado en algún nombre, lo cual no lo habían hecho. Entonces se sentaron al lado de mi madre y comenzaron a pensar posibles nombres, el primero en opinar fue papá y dijo que les parece los siguientes nombres:

-Jesús, como el hijo de dios, o

-pedro, como el discípulo de Jesús, para que sea un hombre de bien.

La madre de Jale dijo, que les parece:

- José, suena a valiente, fuerte, grande.

Así pasaron días buscando el nombre perfecto, no se ponían de acuerdo ni el uno ni el otro, siempre había algo que no le gustaba bien a mamá o a papá, pero después de pensar días y días llegaron a encontrar el nombre que tanto estaban buscando, y que a los tres les gusto.

Los meses pasaban tan rápido y llegamos al octavo, este mes sería el más difícil para papá, no sabía que le depararía y que torturas lo esperaban. Fue un martes por la noche como a esas horas de las 10, que a mi madre le entro un antojo de comer pescado. -Papá se levantó y fue a prepararlo pero se encontró con la sorpresa que no había pescado, tuvo que ir a la tienda a comprarlo pero esta ya estaba cerrada, toco la puerta por más de 15 minutos, el vendedor salió y lo atendió. Llego a casa a prepararlo, demoro otros 20 minutos, al terminar de cocinar el pescado fue a llevarle a mamá, mi madre le dijo:

-te demoraste mucho en prepararlo, ya se me pasaron las ganas de comer pescado, puedes traerme por favor un té.

Y él respondió: -enserio mujer, me costó mucho trabajo encontrar el pescado, me grito el vendedor y me hice pasar frio, para que ahora me digas que se te pasaron las ganas, enserio quien las entiende. Al amanecer lo primeo que hizo mi padre fue acercarse al vientre para hablarme, y fueron las palabras más bonitas y graciosas.

Hola hijo, ya falta poco tiempo para vernos, sé que tú también estas desesperado por venos al igual que nosotros, para tu llegada eh fabricado muchas cosas para ti, quiero que sepas que estoy muy feliz de que seas mi hijo, serás como yo guapo, fuerte, grande, inteligente. Quiero pedirte algo hijo, por favor calma tu hambre, porque tu madre esta que me despierta de madrugada para cocinar, comprarle y otras cosas más que no te imaginas, he bajado de peso, ya no duermo bien, tu madre me grita.

El día más esperado llego, llegaron al hospital mis padres, el parto duro más de 3 horas, mi padre y la madre de Jale estaban nerviosos, pero no estarían preparados para lo que se vendría.


EL ENIGMA DEL PASADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora