¿Que es lo que siento? MarinetteXChatnoir *MARICHAT*

10. ¿Me aceptas?

El silencio en la habitación de la azabache era tan tenso que se podía cortar con un cuchillo. La joven azabache no sabía que hacer con sus manos, tenía ganas de coger el plato y tirárselo a la cara del gato, al igual que sus ganas de correr al refugio de sus brazos. 

Chat la observaba, perdido en sus ojos y al igual que ella, no sabía bien que debía hacer. Ella se veía tan tierna y preciosa en la oscuridad del cuarto y el gato tenía unas intensas ganas de acercarse y besarla de nuevo. 

¿Acaso podía ir peor la cosa?

-Princesa...-Musitó Chat noir dando un pequeño paso hacia ella. Ella movió las manos para interponer el quiché entre ellos. No era la mejor idea pero fue lo primero que se le ocurrió.

Chat noir tomó el plato de manos de la chica y lo dejó en la mesa, junto al ordenador de ella. Regresó enseguida a su lado, y aunque ella intentaba no tocarle, el chico estaba muy cerca de ella.

-Chat...

-No me alejes....-Pidió el chico con voz suave, tomando el rostro de la chica entre sus manos, rozando su nariz con la de ella en un suave movimiento-Por favor, acéptame

Marinette cerró sus ojos, no podía aguantar el poder de su mirada esmeralda. Era demasiado intensa y ella estaba dolida.

¿Le estaba pidiendo que le aceptara? ¿Se estaba refiriendo a él como Adrien o como Chat noir?

-Yo...no...

El chico no la dejó terminar lo que quisiera decirle, no quería escuchar como lo rechazaba de nuevo. Rozó sus labios con los dulces de su querida Marinette, intentado transmitirle sus sentimientos. 

-Marinette...-Rozó de nuevo su labio inferior con el suyo, tirando de él suavemente con dulzura haciendo que la chica soltase un pequeño gemido. Chat insistió un poco más con los labios y consiguió con una pequeña insistencia a que ella correspondiera su beso.

Paso las manos por su espalda, para acercarla más a él y así poder tocarla. De hecho, el felino no se pudo resistir y coló las garras por debajo de su camiseta fina y rozó su piel, haciendo que ella diese un respingo. 

El beso empezó siendo tímido, un pequeño roce pues Chat estaba inseguro pero cuando los minutos fueron pasando, este se volvió intenso, desgastando cada fibra del cuerpo de la chica, que se deshacía en los brazos expertos del felino.

Marinette tenía la mente en blanco, como si fuera un folio movido por el aire, o este caso las manos de Chat noir. Sentía como era levantada por los brazos del chico y apretada contra la pared de la columna de la habitación. Se agarró a sus hombros para no caerse y sin poder evitarlo enterró los dedos en la cabellera rubia del chico.

-Mi princesa...-Gimió el chico, acariciando las suaves mejillas de la joven. Marinette tenía los ojos dilatados y entrecerrados por la pasión. Eso le gustaba mucho a Chat quien no pudo evitar volver a besarla con deseo.

Introdujo su lengua en la boca de ella, torturándola con la boca como si le estuviera haciendo el amor con la boca. Adrien estaba desatado, por podía estar otro segundo mas sin tocarla y marcarla como suya. 

-Marinette...necesito...-Musitaba apretando su cuerpo contra el curvilíneo de la chica. Atacaba sus labios cada vez que podía, solamente se separaba unos milímetros para respirar y volver al ataque.

Las manos del héroe se movieron por su espalda, utilizando sus garras para trazar la curva de su columna y darse cuenta de que no llevaba ropa interior superior. Sujetó los extremos de la camiseta y tiró lentamente de ella. Se la sacó con cuidado de que sus ojos estuvieran siempre en contacto. 

La mirada del gato era de deseo, no podía apartar la mirada de aquella hermosa princesa que tenía delante. 

-Eres tan hermosa..-Besó levemente sus labios para luego tomarla como si fuese una princesa y llevarla al diván rosa que había en la esquina del cuarto. No era el mejor lugar para manejar pero no podía llegar a la cama de la chica. 

Posó a Marinette con sumo cuidado en el diván, colocándose sobre ella para volver a besarla con toda la delicadeza que tenía en aquellos momentos.

Tomó las manos de la chica, que permanecían en el diván y las llevó a su pecho-Sienteme..

Los ojos de la chica se abrieron, sorprendidos por la acción del chico. Sentía la calidez del pecho masculino de Chat noir y como el pulso acelerado traspasaba el grueso traje del héroe.

-Chat...

Chat llevó los labios a los nudillos de la chica-Princesa...

Llevó las manos a los pechos de la chica, sintiendo como cabían en sus manos y como con el leve toque, ella se arqueaba.

-Eres tan sensible...-Musitó maravillado al sentir como aquellos botones sonrosados se endurecían bajo sus guantes. Los rodeó con los dedos para estimularlos y alternar sus caricias con leves tirones. Sonrió al escuchar los dulces gemidos de la azabache.

La pobre chica se retorcía bajo su cuerpo, perdida en las intensas sensaciones que corría por su cuerpo, desde la punta de sus cabellos hasta la punta de sus pies.
Su mente estaba completamente en blanco, ahora mismo le daba igual lo que sucediera, no podía rechazar aquellas caricias. Estiró hacia atrás el cuello y soltó un gemido ahogado cuando Chat combinó los tirones en sus pechos con profundos lametones en su cuello.

-Ahhh...Chat...que...-Las palabras salían extrañas de su boca, intercalándolas con gemidos y ruiditos guturales-!!Ahhh!! De-te...nte...

Chat levantó la mirada, sus ojos dilatados mirándola con oscuro deseo-Como si pudiera detenerme ahora...princesa

Marinette lo miró sorprendida por las palabras de la chica y respiraba aceleradamente intentando recuperar el poco sentido que buscaba encontrar.
Chat noir no la dejó si quiera respirar, atacándola con sus labios con fiereza, tirando de su labio inferior con deseo. Sus manos se movieron a sus piernas, aun cubiertas por el pequeño pantalón que llevaba puesto. Movió sus dedos por sus muslos, llegando a la rodilla y volviendo a bajar.
Se movió a su pequeña oreja-Voy a quitarte esto

Sin esperar una repuesta por parte de ella, que dudaba que pudiera responderle, sujetó los extremos del pantalón, junto con un pequeño encaje y tiró de ellos para bajarlas por sus preciosas piernas, dejando besos por su rodilla y su talón.

-Ah! Esas son...-En las manos pervertidas del gato tenía sus pequeñas bragas rojas de encaje. La chica se sonrojó por la sonrisa ladina que tenía en el rostro Chat noir. Intentó agarrar su pertenencia pero el chico las alejó de ella y las guardó en uno de los bolsillos de su traje.

-Te prefiero sin ellas-Dijo el chico, observando el cuerpo de la chica totalmente desnudo, se volvió a posicionar sobre ella para besarla y volver a someterla a caricias descaradas. La sintió arquearse y dar un saltito cuando uno de sus dedos se internó entre sus piernas y bombeó en su entrada-Estas húmeda...

Marinette no supo muy bien que fue lo que paso después, solo podía sentir los besos del chico y su peso sobre ella. Ella se aferraba a sus hombros con fuerza, enterrando sus uñas en su espalda hasta que el teléfono sonó en el piso de abajo.

Aquello rompió toda la magia que había surgido entre ellos. Marinette empezó a llorar y se separó de él. Chat noir quiso abrazarla pero cuando vio sus lagrimas se quedó estático.

-Tengo...el teléfono...-Balbuceó la chica, reculando fuera del diván y tomando su camiseta y su pantalón para ponérselos. Se iba a levantar para bajar al piso de abajo cuando el chico tomó una de sus manos.

-No me rendiré, princesa-Dejó un beso en su palma-Por favor, vuelve a la escuela 

Marinette no respondió y Chat noir se levantó con ella. La abrazó con fuerza, queriendose quedar con su perfume y la besó con pasión antes de alejarse hacia la ventana abierta.

-Eres la única para mi, Marinette-Dijo con voz ronca-Eres mi princesa

Tan rápido como llegó, el chico desapareció por la ventana. Marinette, segundos después pudo reaccionar y correr a contestar al teléfono. 

Suspiró con alivió cuando escuchó la voz de su madre.