Capítulo III

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Supongo que aquí vamos de nuevo.

Al caminar a casa, me detuve por un momento a mitad del camino. Me quedé mirando el bailar de los árboles, como danzaban junto al viento, solo por la alegría de existir, entonces, me pregunto - ¿y yo?,¿podré bailar de alegría como lo hacen ellos? -. Todo se queda en simples preguntas, tampoco es que los arboles me vayan a responder.

La noche, no hace más que aparecer para dar refugio en sueños a aquellos que desconocen su sentido, dar cabida a la lujuria de viejos y jóvenes.

Ahora, solo me quede volver al recuerdo, el recuerdo por medio de la lectura, leer simples cartas o mensajes de mis mejores momentos de amante apasionado. Aquí te encontrarás con uno de tantos mensajes:

Él tuvo un problema con quien era su hermano del alma, quien le había visto llorar, y sabia cuanto amaba a esta chica, pero, aun así, los dos decidieron traicionarlo y ahora su hermano del alma y la mujer que amaba estaban juntos. Y dijo:

Personas como ellas no valen la pena, no vale amargarte la vida y mucho menos sufrir por alguien que se prestó para algo como esto, una traición, si ella realmente me amaba no se hubiera metido con él y si el realmente es mi amigo tampoco lo hubiera hecho, lo que me hizo pensar cual estúpida es la vida, amas a quien solo fingía amarte y quizá es el karma quien se vengó de mí, quizá yo hice lo mismo o quizá alguien más me amaba de verdad y solo me aproveche de eso. No estoy seguro cual es la razón de mi karma, pero estoy seguro que, si alguien merece mi amor, es la chica que estuvo conmigo en los peores momentos que a pesar que le hice a un lado por mi novia, siempre estuvo pendiente de mi bienestar y ahora estoy perdiendo a esa chica por estúpido, porque no la pude ver más allá de como la veía, mi amiga.

Fui un estúpido con ella muchas veces, pero, aun ella se quedaba en mi vida y ahora yo la pierdo.

Ahora me pregunto - ¿esto para qué sirve? -, recordar el pasado no hace más que traer melancolía al presente. Una vez más me he vuelto a caer en el abismo de sentimientos, un abismo en dónde no hago más que llorar en la soledad ¿qué hice para merecer esto?, ¿a cuantos y cuantas he lastimado? Para que tengo que aún tenga que seguir pagando. Menudo castigo por el que estoy pasando.

Martes 22 de Nov. de 16.

No hay ruido alguno en la casa, ¿qué podría esperar?, se supone que debo estar solo, así es como he dado a entender a los demás sobre mí. No sé si quien lee esto me está poniendo límite alguno, en caso de no ser así, espero sepas disculparme.

Se supone que debería está haciendo tarea, pero, me siento extraño, no puedo describirlo, simplemente siento que no soy nada.

El sol acelera su pasó, inclusive él tiene que descansar. Me doy a la idea de esperar ese momento para volver a cubrir con una excusa el "¿por qué no he salido?". La música resuena en mi habitación, esto es una clara demostración de lo solitario que se siente. Sus melodías no hacen más que deprimirme, pero no importa, si lo estoy escuchando es porque así lo quiero.

Ya queda poco para que la luna de su gran resplandor, así todos se irán a dormir, otros a hacer realidad sus lujurias, y yo... me desvelaré viendo alguna serie sin sentido que me ayude a olvidar las penas y si preguntan el motivo de mi cansancio en la mañana, pues, diré que fue por la tarea o por la lectura de algún libro.

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