Después de los desastres en Tall Oask y China, muchas cosas cambian como los Agentes del Gobierno, Leon S. Kennedy y Helena Harper según ambas vidas de ellos cambian por completo. Ahora ambos estarán destinados a ser cumplidos uno por el otro.
Arian...
El sol salía lentamente daba luz e iluminaba toda la ciudad hasta el hospital de Washington, desde el parto de Helena se había desmayado después de haber dado a luz a la niña, los doctores pensaron que Helena había tenido un problema después del parto pero no era así; Helena había caído rendida y durmió casi toda la madrugada hasta que despierta con un leve dolor en la espalda, y lo único que recordaba era que había dado a luz y miro a su lado, vio a Leon durmiendo plácidamente en un sillón grande acostado hasta que el despierta.
-Helena... - dice y bostezó hasta que ya quedo bien despierto, se levanta del sillón y luego se estira – Al fin despiertas, a noche no despertabas después que te habías desmayado después del parto yo te hablaba y no respondías ni te despertabas en lo absoluto...
-Lo único que recuerdo es solo que entre labor y me desmayé y no recuerdo más – respondió Helena - ¿Y mi bebé dónde está? – pregunta Helena ya que su vientre ya estaba vacío y ya no era grande.
-Solo cierra los ojos y pone los brazos así como si estas cargando un bebé – Helena hizo caso lo que Leon le dijo sin darse cuenta, Leon carga en sus brazos un pequeño bulto con una manta color rosa claro y lo coloca en los brazos de Helena al abrir los ojos cuando sintió que le estaba colocando ese pequeño bulto miro a una pequeña bebé refugiada en la manta durmiendo.
Helena al ver a su pequeña en brazos comenzó a llorar de la emoción en tenerla en brazos por primera, la abrazo con mucha delicadeza y Leon sonrió al ver esa escena; madre e hija, y ahí fue cuando dejo de abrazar la pequeña y la observa ya estaba abriendo los ojos que estos eran color azules como los de Leon, la única diferencia es que tiene el cabello castaño y su piel era blanca.
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- Es primera que te veo, cielo - le dijo Helena a su hija con ternura y le dio un pequeño beso en la frente.
En ese momento una doctora entra a la habitación.
-Me alegro que haya despertado Sra. Kennedy ¿Qué es lo único que recuerda? – pregunta la doctora.
-Que me había desmayado después del parto... - respondió Helena.
-Bien pero si ha dormido bastante, casi toda la madrugada – dijo la doctora - La niña nació sana está en buen estado de salud, quizá esta tarde le daremos el alta a ambas.
Helena solo sonrió y en eso la doctora se retira de la habitación.
-¿Ya les dijiste a los chicos? ¡Tienen que conocerla! – agrego Helena emocionada.
-¡Cierto! Los voy a llamar por teléfono para que vengan – dijo Leon tomando su celular y llamando a Chris.