CAP N°11

54 11 0
                                    


La verdad esto estaba peor que debate, Austin decía que no nos podían dejar solos, por que podíamos hacer desmadres ahí y que tal vez lleguemos a quemar la casa y cuanta cosa.

Travis, bueno él decía que yo no me podía quedar a cargo porque yo soy nueva en la casa y pues, no, no debería.

Y Cameron, bueno el reclamo hasta quedar callado, porque decía que él era el mayor, y todos esos cuentos, vamos lo sabemos, pero con la segundaría, trabajo, oficina, y todo junto ni para lavar los platos tiene tiempo y se va a preocupar de lo que en verdad pasa ahí dentro de ese lugar, estaban gritando los tres, y la verdad yo y Clara nos mirábamos una y otra vez rodando los ojos, parecían niños pequeños.

-Ya, basta chicos, ya he dicho, Kendra se quedara a cargo porque es más responsable y punto, se terminó esta conversación.- rió y los miro cruzándome de brazos victoriosa mente, me miran y luego se miran entre ellos.

-Esto no se quedara así ¿he?.- dice Cameron y los tres se marchan yo y clara nos vamos de ahí y salimos siendo, su comportamiento era muy tonto, y todo porque nunca consiguen lo que quieren, ja.

Todo ese día estuve tirada en mi cuarto la verdad haciendo NADA, la nada misma, me dispuse a mirar un momento por la ventana cuando veo a Aus jugando con su cachorro y rió, ya Clara se había ido a su viaje, la casa estaba taaaaan sola, aproveche ese momentos, o la verdad esos momentos para descubrir más sobre lo que pasaba en ese lugar, sé que había olvidado el tema, mis sueños estaban si cada vez más raros, y yo cada vez más loca, es que es sola la maldita imaginación que me juega en contra, o tal vez es solo el estrés de vivir en una casa con tres pesadillas vivientes, que comen, duermen, y cagan las veinticuatro horas del día.

Mi collar le había mandado a arreglar la cadena, así que me lo podía poner otra vez, algunos decían que es muy feo, pero la verdad a mí me gusta, eso es lo que más me importa.

Estaba en el pasillo cuando me cruzo con Cameron , que tiene él y yo que siempre nos encontramos ahí, y la verdad siempre comienzan los regaños.

-¿Bien, y que quieres hacer ahora que no está mi madre?, piensas vendernos, prostituirnos, hacer una fiesta, o invitar a tu amigo ese, a que venga a dormir aquí.-

-la verdad ninguna de las anteriores, me dejaron a cargo, no los voy a dejar hacer cualquier cosa, vamos Cameron eres mayor que yo, tu deberías ayudarme.-

-pero porque, tu eres la que está a cargo.-

Estúpido.

-sí, vale, está bien, voy a preparar algo para comer, la verdad mañana se supone que tenemos clases y necesito tiempo para estudiar un poco, y ordenar mis cosas.- digo acomodando mi cabello haciendo de este un rodete.

El solo me mira y se va de ahí -voy a estar en mi auditorio.-dice subiendo las escaleras ruedo los ojos, siempre es lo mismo, camino a la cocina y comienzo a buscar las cosas para preparar una muy deliciosa lasaña, la verdad cocino muchas cosas más pero se me antoja esto hoy y pues, comeré so, por que sí.

Estaba preparando las cosas cuando de la nada el foco de la cocina comienza a parpadear, miro hacia arriba ya que tal vez había que cambiar eso ahí, las señoras que trabajan ahí no sé dónde estaban tal vez les habían dado el día libre, o hasta que clara llegue.

-Qué demonios.- susurro y miro hacia el patio, los focos de ahí se habían apagado, estaba oscuro, y había viendo la verdad si daba miedo, el horno se había apagado, obvio si era eléctrico, yo estaba en el fregadero y mi celular en el bar de copas, se corta la luz en menos de quince segundos en los que yo pensé en ir a buscar mi celular –Demonios.- susurro quedándome in móvil, me daba un poco de miedo la oscuridad, no sé por qué, pero siempre pasa algo.

Behind My ShadowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora