Behind My Shadows

CAP N° 17

Me volteo a mirarlo y me siento un poco enojada confundida, pero por una extraña razón ya no tenía miedo, o no del todo.

-Podemos cambiar el mundo, podemos cambiarlos a todos, podemos cambiar su forma de pensar, tu y yo contra el mundo solo piénsalo-. Lo miro sin entender.

-Blade Daemon no te conozco-. Digo y cubro mi boca sin saber porque dije ese nombre, él sonríe, joder tenía una mirada encantadora y unos dientes perfectos una sonrisa como de un modelo sacado de una revista o más actualizada, de Instagram.

-Sky sabes de lo que estoy hablando-. Lo miro confundida.

-s... ¿Sky?-. Lo miro mirando mis manos y pensando un poco así se llamaba la chica que era igual a mí pero con los ojos más oscuros y era más rara.

-Perdón se me había olvidado, Kendra-.

-mira antes de hablar y de que me sigas diciendo más cosas, y de que en mi cerebro entre más información. Explícame, quien eres, que quieres de mí, que quieres de todos, porque estás aquí y como puedo zafarme rápidamente de esto, porque en verdad, no quiero seguir con esto, sabes que existen los manicomios, ¿verdad? Y me meterán ahí sí saben que estoy hablando sola.-

El solo me mira y ríe bajo, lo miro y tomo su mano, su fría mano, el me mira.-por favor, ayúdame-. Susurro y el asiento relamiendo sus labios.

-Soy Blade, Blade Daemon, estas aquí porque eres la nueva propietaria de aquella joya y del libro, soy una persona como tú, me pueden ver tranquila, pensaran que soy un amigo, pero no puedo salir de aquí a menos que tú me ayudes, soy un Ángel caído o algo por el estilo, no baje del cielo ni nada así como en las películas, yo solo me corte las alas, y si te preguntas, existe otro mundo iguala este, la gente es igual todos tienen más de un gemelo tu por suerte tienes solo una y es tu sub consiente, ella se llama Sky bueno so háblalo con ella. Estoy aquí por una razón que solo tú sabes, más que nada debes descubrirlo, no te lo diré yo por qué no lo sé a menos que tú lo digas, no sé si me entiendes pero algunos recuerdos en mi cabeza están bloqueados y erres la pieza que falta en mi rompecabezas, si quieres salir de aquí tráeme las joyas, la roja y la azul, los libros, y aun te falta algo más, pero eso también lo sabes, solo debes pensar un poco.

Asiento con la boca abierta intentado entender todo, me le levanto de ahí tomando e mi cabello y jalando de él dando muchas vueltas y mirándolo ya que él no me dirigía la mirada.

-Esta Bie Blake, Bleis, como sea que te llames, lo hare te ayudo y luego me ayudas a salir de aquí, trato son tratos-. El me mira y asiente se levanta y toma mi mano y todo el cuarto se llena de una luz blanca, toco mi cabeza y abro mis ojos puesto a que el resplandor hizo que los cerrara, veo que estoy en mi cuarto busco mi celular rápidamente y recuerdo que, supuestamente se me había caído en el sótano, camino así suspirando de seguro todo era un sueño, entro con cuidado, y me acerco a buscar mi celular.

-Se te quedo esto-. Dice sonriendo con una mirada cálida y estirando su brazo para darme mi celular.

-Si...-. Me volteo. –Puedo verte cuando yo quier...-. Veo que ya no está, me volteo para salir y él estaba enfrente de mí, me toma de la cintura y sonríe.

-De aquí no me moveré, y si, puedes verme cuando quieras, donde quieras, pero solo dentro del pasillo y tu cuarto-. Acomoda un cabello detrás de mi oreja. –y como quieras-. Susurra en mi oído yo muerdo mi labio inconscientemente, asiento y él se acerca a mis labio pero deja un beso en mi comisura, dios, que diablos estaba pasando pero es que era tan lindo y y y no lo sé que no me podía salir de ahí, debía aprovechar.

-nos vemos más tarde-. Susurro y dejo un beso en su mejilla, pero él se acerca y deja un beso en mis labios, me toma de la cintura y se sienta sobre el sofá, sigo su beso no quería, no quiero, que diablos me da asco ose ano es eso pero no lo sé, mi cuerpo estaba besándolo pero en si yo no, mis movimientos se complementan con los de él, estaba actuando como una cualquiera, no lo conozco y lo estoy besando, pero repito, no soy yo mi cuerpo sigue eso... como si una fuerza me controlara.