Behind My Shadows

CAP N° 16

¿Razón por estar así? Por qué no sabía que rayos estaba pasando, estaba confundida, no sabía si era el futuro o yo que sé, pero al mirar a la persona veo al chico de ojos lindos y raros me queda mirando y sonríe.

-perdón yo solo estaba buscando el baño-. Dice eso y yo estaba a punto de responder pero mi celular cae miro al suelo y lo recojo al levantar la mirada no había nadie, me levanto rápida mente para ver donde había ido y solo veo que la puerta negra del sótano se cierra, si ya no era blanca, ahora era negra, la pintaron así y no sé porque.

Estaba asustada, confundida, la verdad no sabía que estaba pasando, fue todo tan rápido tal vez a él lo había visto y me quedé pensando en él y por eso soñé con él, la verdad no quería admitir que él era el exactamente del sueño, mi corta teoría, de seguro se apagaron las luces alguno de los chicos fue a encender los interruptores de la sala y por eso la puerta, un poco sonso ni yo me la creo la verdad, y el chico se fue por que tal vez le dio vergüenza, aun así, creo que inventare una frase, La curiosidad mato a Kendra, esperen... ya existe pero bueno da igual.

Me ya en el pasillo camine hacia la puerta y estaba cerrada, como siempre la llave la tenía Cameron o Blanca, así que me di la media vuelta, y la puerta se abrió sola, levanté una ceja algo asustada, de seguro, me juegan una broma como siempre porque siempre es así la verdad, me voltee por segunda vez y tome la fría manilla de aquella puerta, la abrí y entre rápidamente antes de que alguien me vea ahí y me llame la atención, en estos momentos sale un Cameron hasta por debajo de la alfombra y me pregunta que hago ahí.

Tome la linterna que siempre suele estar en la entrada, aquella amarilla con muchos focos, avance con cautela y cuidado, estaba asustada para que les voy a mentir, este puto rato el corazón se me estaba por salir y por la boca, o si tal vez del miedo lo cague.

Comienzo a caminar algunas tablas suenan no sé porque no arreglan este lugar, veo a la ventana y veo la misma cosa de siempre esa figura masculina, no se si es un duende una estatua o que se yo estoy loca, de mis labios solo salen unas palabras precisas.

-Alguien ahí?-. Susurro tiritando un poco, veo que aquella cosa se voltea rápidamente a mí y brilla algo blanco en su pecho, si un collar como el que tenía en una caja debajo de mi cama con el libro igual al del otro pendejo.

-PODRIAS DECIRME QUE RAYOS ERES-. Digo intentando hacerme la valiente alzando la voz, suspiro y me acerco más, veo que ya no está, pero siento algo frio en mi cintura, me volteo rápidamente y veo a aquella chico del baño y de mis sueños, se me cae la linterna y el me apega más a él me quedo paralizada, petrificada.

-Shhhh, no grites o nos escucharan-. El susurra cerca de mi oído t me abraza con cuidado y yo lo abrazo, quería ver si todo esto era real, que me está pasando otra vez, no... no soy yo esto es un sueño tal vez solo es un sueño dentro de otro.

Al mover mis manos en su espalda siento algo como una pequeña montaña, no, dos, a cada extremo de su espalda, tomo con cuidado mi celular y rápidamente enfoco con la linterna su espalda tenía algo saliendo de ahí como que le cortaron algo, algo ahí falta, se me cae el celular y me lo quitó de encima, ya era mucho para mi cabeza, comienzo a correr para salir pero no se abre la puerta.

-¡Joder quiero despertaaaar!-. Grito y el me cubre la boca por detrás y me voltea.

-Kendra desde ahora nada en tu vida será igual, no sirve gritar o huir, estaré ahí de todos modos o en tu cabeza, quieras o no, así que guarda la calma-. Me dice serio y enciende las luces del sótano, lo miro con claridad no entendía que rayos se voltea para sacarle las sabanas a el sofá rojo de ahí, y se sienta, camino con la boca abierta y los ojos llorosos, no sabía que estaba pasando.

-Po- porque yo, por que no otra chicao chico-. Susurro mirándolo.

-Tú comenzaste esto-.

-yo no comencé nada-.

-¿tu comenzaste esto, acaso mama no te enseño a dejar las cosas que no son tuyas donde estaban?-.

Lo miro feo y me corro un poco del sofá rodando los ojos.

-mi madre está muerta, chistoso-. Lo miro. –No la conocí-.

-yo estoy muerto, o bueno semi, y tú me conoces-. Entre cierro mis ojos.- no te conozco-.

-sí, ahora me conoces-. Lo miro y él toma mis manos.

-Nadie puede saber esto a menos que tenga el conocimiento y poder que tenemos Kendra-. Susurra mirándome a los ojos como si deseara algo.

-Yo... debo irme-.

-no, no saldrás de aquí sin entender las cosas-. Me levanto. Él se levanta y estira su brazo señalando unas cajas, las cuales se mueven y golpean solas contra la escalera y la pared para que yo no logre salir.