14:"SEGUNDA PRUEBA"

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• Narrador •

—Bien, todos los campeones están listos parala segunda prueba, que comenzará cuando sueneel silbato. Disponen exactamente de una hora pararecuperar lo que se les ha quitado.

Harry buscaba a sus amigos para que puedan dar ánimos, pero no los veía por ninguna parara, < de seguro se les hizo tarde > pensó el, pero mejor se concentró en la prueba.
Pudo encontrar una forma para poder entrar al mar, las Branquialgas.
La prueba había comenzado Harry ya estaba adentro del agua. Harry nado, nado hasta que se encontró con algunas sirenas.

En el medio cantaba un coro de
tritones y sirenas para atraer a los campeones, y tras ellos se erguía una tosca estatua que representaba a una sirena gigante tallada en una
mole de piedra. Había cuatro personas ligadas con cuerdas a la cola de la sirena.

Ron estaba atado entre Hermione y Cho Chang. Había también una niña que no parecía contar más de ocho años y cuyo pelo plateado le indicó a Harry que debía de ser hermana de Fleur Delacour. Y a alguien que le sorprendió ver, veo a _________ al lado de la hermana de Fleur. Se acercó rápidamente a ellos, temiendo que
los tritones bajaran las lanzas para atacarlo, pero no hicieron nada.

Quería liberar a ________ Pero venia Ethan hacia ella y la pudo liberar, Harry quedo mas tranquilo, luego llego Krum y se llevo a Hermione, al final Cedric por Cho. Harry pudo liberar a Ron, pero no había señales de Fleur asi que decidió liberarla.
Se acercó a la hermana de Fleur y de inmediato lo agarraron varios pares de fuertes manos grises. Media docena de tritones lo separaban de Hermione, negando con la cabeza y
riéndose.
—Llévate el tuyo —le dijo uno de ellos—. ¡Deja a los otros!
—¡De ninguna manera! —respondió Harry
furioso… pero de la boca sólo le salieron dos burbujas grandes.
—Tu misión consiste en liberar a tu amigo…
¡Deja a los otros!

Harry sacó la varita.
—¡Apartaos!
Sólo le salieron burbujas de la boca, pero tenía la clara impresión de que los tritones habían comprendido, porque de repente dejaron de reírse.
Sus amarillos ojos estaban fijos en la varita de Harry, y parecían asustados. Podían ser muchos más que él, pero viendo sus caras comprendió que
no sabían más de magia que el calamar gigante.
—¡Contaré hasta tres! —gritó. Salió una fila de

burbujas, pero levantó tres dedos para asegurarse
de que entendían el mensaje—. Uno… —bajó un
dedo—, dos…—bajó elsegundo.
Se dispersaron. Harry se lanzó hacia la niña y empezó a cortarle las cuerdas que la ataban a la estatua. Y al final la liberó. Cogió a la niña por la cintura y a Ron por el cuello de la túnica, y comenzó a ascender.
El ascenso era muy lento, porque ya no podía usar las manos palmeadas para avanzar. Movió las aletas con furia, pero Ron y la hermana de Fleur eran como sacos de patatas que tiraban de él hacia abajo… Alzó los ojos hacia el cielo, aunque sabía
que aún debía de encontrarse muy hondo porque el agua estaba oscura por encima de él.

Los tritones y las sirenas lo acompañaban en la subida. Los vio girar a su alrededor con gracilidad,
observando cómo él forcejeaba contra las aguas.
¿Lo arrastrarían a las profundidades cuando el tiempo hubiera concluido? Tal vez devoraban
humanos… Las piernas se le agarrotaban del esfuerzo de nadar, y los hombros le dolían terriblemente de arrastrar a Ron y a la niña…
Respiraba con dificultad. Volvían a dolerle los lados del cuello, y era muy consciente de la humedad del agua en la boca… pero, por otro lado, el agua se aclaraba. Podía ver sobre él la luz
del día…
Dio un potente coletazo con las aletas, pero descubrió entonces que ya no eran más que pies… El agua que le entraba por la boca le inundaba los pulmones. Empezaba a marearse,
pero sabía que la luz y el aire se hallaban sólo a unos tres metros por encima de él. Tenía que llegar…tenía que conseguirlo…
Hizo tal esfuerzo con las piernas que le pareció que los músculos se quejaban a gritos. Incluso su
cerebro parecía lleno de agua: no podía respirar, necesitaba oxígeno, tenía que seguir subiendo, no
podía parar…
Y entonces notó que rompía con la cabeza la superficie del agua. Un aire limpio, fresco y maravilloso le produjo escozor en la cara empapada. Tomó una bocanada de aquel aire, con la sensación de que nunca había respirado de verdad y, jadeando, tiró de Ron y de la niña hasta la superficie. Alrededor de ellos, por todas partes, emergían unas primitivas cabezas de pelo verde,
pero ahora le sonreían.
Desde las tribunas, la multitud armaba muchísimo jaleo: todos estaban de pie, gritando y
chillando. Tuvo la impresión de que creían que Ron y la niña habían muerto, pero se equivocaban:
tanto uno como otro habían abierto los ojos. La niña parecía asustada y confusa, pero Ron simplemente echó un chorro de agua por la boca,
parpadeó a la brillante luz del día y se volvió hacia Harry.

• Narra _________•

Sentí el oxígeno, escupí todo el agua y pude respirar, entonces vi a Harry al lado de mi.

La Guardiana (Harry Potter/ Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora