16: "TERCERA PRUEBA"

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• Narrador •

—¡Damas y caballeros, va a dar comienzo la tercera y última prueba del Torneo de los tres magos! Permítanme que les recuerde el estado de las puntuaciones: empatados en el primer puesto,
con ochenta y cinco puntos cada uno… ¡el señor Cedric Diggory y el señor Harry Potter, ambos del
colegio Hogwarts! —Los aplausos y vítores provocaron que algunos pájaros salieran revoloteando del bosque prohibido y se perdieran
en el cielo cada vez más oscuro—. En segundo lugar, con ochenta puntos, ¡el señor Viktor Krum, del Instituto Durmstrang! —Más aplausos—. Y, en
tercer lugar, ¡la señorita Fleur Delacour, de la Academia Beauxbatons!

Harry pudo distinguir a duras penas, en medio de las tribunas, a la señora Weasley, Bill, Ron y Hermione, que aplaudían a Fleur por cortesía. Pero no vio a _________ eso le hizo entristecerse un poco, ella le prometió ir a apoyarlo por medio de una carta.

—¡Entonces… cuando sople el silbato, entrarán  Harry y Cedric! —dijo Bagman—. Tres… dos…uno…
Dio un fuerte pitido, y Harry y Cedric penetraron rápidamente en el laberinto.
Los altísimos setos arrojaban en el camino sombras negras y, ya fuera a causa de su altura y su espesor, o porque estaban encantados, el
bramido de la multitud se apagó en cuanto traspasaron la entrada. Harry se sentía casi como si volviera a estar sumergido. Sacó la varita,
susurró «¡Lumos!», y oyó a Cedric que hacía lo mismo detrás de él. Después de unos cincuenta metros, llegaron a una bifurcación. Se miraron el uno al otro.

—Hasta luego —dijo Harry, y tiró por el de la izquierda, mientras Cedric cogía el de la derecha. Harry oyó por segunda vez el silbato de Bagman: Krum acababa de entrar en el laberinto.
Harry se apresuró. El camino que había escogido parecía completamente desierto. Giró a la derecha y corrió, sosteniendo la varita por encima de la cabeza para tratar de ver lo más lejos posible. Pero seguía sin haber nada a la vista.
Se escuchó por tercera vez, distante, el silbato de Ludo Bagman. Ya estaban todos los campeones dentro del laberinto.
Harry miraba atrás a cada rato. Sentía la ya conocida sensación de que alguien lo vigilaba. El laberinto se volvía más oscuro a cada minuto,
conforme el cielo se oscurecía. Llegó a una segunda bifurcación.
—¡Oriéntame! —le susurró a su varita, poniéndola horizontalmente sobre la palma de la mano.

Después de varios obstáculos Cedric y Harry llegaron a la cola de los 4 magos. La Copa de los 4 magos brillaba sobre un pedestal a menos de cien metros de distancia.
Harry acababa de echar a correr cuando alguien salió al camino, corriendo como una bala por delante de él, era Ethan quien lo pudo quitar del camino rápido Cedric iba a llegar primero.

Corría hacia la copa tan rápido como podía, y Harry sabía que nunca
podría alcanzarlo, porque Cedric era mucho más alto y tenía las piernas más largas…
Entonces Harry vio algo inmenso que asomaba por encima de un seto que había a su izquierda y que se movía velozmente por un camino que
cruzaba elsuyo. Iba tan rápido que Cedric estaba a punto de chocar contra aquello, y, con los ojos
fijos en la copa, no lo había visto…

—¡Cedric! —gritó Harry—. ¡A tu izquierda!...

La Guardiana (Harry Potter/ Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora