37: «EN PELIGRO DE LA ED»

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—¡Hola, Dobby! —exclamó Harry—. ¿Qué haces? ¿Qué pasa? —

Dobby se puso nervioso.

—Harry Potter, señor… —chilló y también temblaba de pies a cabeza—. Harry Potter, señor…
Dobby ha venido a avisarlo…, pero a los elfos domésticos les han advertido que no digan…

—¿Qué ha pasado, Dobby? — pregunte

—Harry Potter, ella…, ella…

Dobby se golpeó fuertemente la nariz con el puño que tenía libre y Harry se lo sujetó también.

—¿Quién es «ella», Dobby?

—¿La profesora Umbridge? — pregunte —

—¿Qué pasa con ella,
Dobby? ¿Estás insinuando que ha descubierto esta…, que nosotros…, el ED? — pregunto esta vez Harry —

— Así es! — dijo Dobby —

— ¿Que esperan?! — grito alguien— Corran!! —

Todos se alarmaron y empezaron a correr para la salida, todos corrían que no podía salir entonces Harry cayó y me tropecé y caí al lado de el.

— Entonces.... ¿Solo veías la pared? — levante la vista y vi a Malfoy —

— ¡Eh, profesora! ¡PROFESORA! ¡Ya tengo a dos! — grito —

La profesora Umbridge apareció jadeando por un extremo del pasillo, pero con una sonrisa de placer en los labios.

— ¡Excelente, Draco, excelente! ¡Muy
bien! ¡Cincuenta puntos para Slytherin! Voy a sacarlo de aquí… ¡Levántate, Potter! Tu levanta a la otra chica — dijo Umbridge —

Draco me levanto.

— Llévala a mi despacho — volvió a hablar — Vayan a buscar a los demás —

Draco me llevaba del brazo.

— ¿Me puedes soltar? Puedo caminar — dije —

— No, ordenes de la profesora Umbridge — dijo —

— Me vale lo que diga, ella no es la reina aquí —dije molesta —

— Ya basta Hamilton! — dijo —

Llegamos al despacho del profesor Dumbledore. Dumbledore estaba sentado detrás de su mesa, con expresión serena y con las yemas de los largos dedos juntas. La profesora McGonagall estaba de pie, inmóvil, a su lado, con un aspecto muy tenso. Cornelius Fudge, ministro de Magia, se balanceaba hacia delante y hacia atrás sobre las puntas de los pies, junto al fuego, inmensamente complacido, al parecer, con la situación; Kingsley Shacklebolt y un mago de aspecto severo con pelo
canoso, áspero y muy corto, al que  no lo había visto, estaban situados a ambos lados de la puerta, como dos guardianes, y Percy Weasley, el hermano de Ron, ya me había hablado de el.

Malfoy me solto.

— Los encontramos — hablo Umbridge —

— Supongo que ya saben porque están aqui — hablo Fudge —

— Si/No — dije junto a Harry —

— ¿Como dicen? — pregunto Fudge —

Mire a Harry.

— No — contestamos Harry y yo al mismo tiempo —

— ¿No saben por qué están aquí? — volvió a preguntar —

—No, no lo sé —declaró Harry.

— De modo que no tienen ni idea de por qué la profesora Umbridge los ha traído a este despacho —prosiguió Fudge con una voz cargada de
sarcasmo—. ¿No eres consciente de haber violado ninguna norma del colegio? —

—¿Norma del colegio? —se extrañó Harry—. No.

—¿Ni ningún decreto ministerial? —puntualizó Fudge con enojo.

—Que nosotros sepamos, no —contesté —

—Entonces, ¿no sabes que hemos descubierto una organización estudiantil ilegal en este colegio? —continuó Fudge con una voz cargada de profunda ira.

— No lo creo — dije.

La Guardiana (Harry Potter/ Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora