Perdóname

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Jiyong abrió sus ojos lentamente. Parpadeó unos segundos hasta recordar lo que había sucedido en la noche.

Suspiró ya que debido a su fiebre, alucinó que Seung estaba con él cuidándolo.

Acomodó mejor su cuerpo, para su suerte no se sentía afiebrado. Pero de pronto se exaltó al sentir algo cálido a su lado que lo capturó por la cintura. Giró su cuerpo y no pudo evitar sorprenderse.


"¡No era una alucinación!"


Admiró lo bello que se veía Seung Hyun durmiendo, sus largas pestañas, sus perfectos y adictivos labios entreabiertos y escuchar su respiración tan tranquila lo aliviaba.

El pelirrosa no pudo evitar sonreír y sin decir ninguna palabra ya que temía que el menor se despertara y lo dejara, se acurrucó mejor contra el cuerpo de Seung Hyun acariciando las manos del castaño que yacían sobre su cintura.

Extrañaba tanto a su Hyunnie y deseaba que el que estuviera ahora con él era porque lo perdonaría. Cerró sus ojos y trató de no pensar negativamente y disfrutar de la calidez que Seung le transmitía.


**


-Jiyong- lo llama sacudiéndolo suavemente.

-¿Mmh?- se despierta al sentir la mano del menor tocar su frente.

-Es la una de la tarde y no has comido aún. Te preparé sopa de verduras y pollo para que te alimentes. Noto que la fiebre bajó- comenta serio y una vez que Jiyong se sentó en la cama, le depositó con cuidado una bandeja con el tazón de sopa y una cuchara.

-Gracias Seung- le sonríe pero sin mirarlo a los ojos, aún tenía miedo de lo que el menor pudiera decirle.

Al notar que el castaño estaba esperando a que se alimentara, con algo de nervios se dispuso a comer.

-Está delicioso- miró a Seung Hyun y le sonrió con un leve sonrojo.

Siguió comiendo con tranquilidad ya que de apresurarse, podría llegar a vomitar.

-Lo siento- susurra el menor.

El pelirrosa casi se ahoga, por lo que tragó con cuidado el líquido caliente y lo miró sorprendido.

-¿Por qué te disculpas?-

-Por todo-

Jiyong dejó a un lado la bandeja y suspiró.

-Yo debería de decir eso, no tú-

-Pero cuando me dijiste la verdad, no te he creído y me enojé a tal punto de dejarte sólo casi un mes y hasta te has enfermado por mi culpa. Me comporté como un niño- muerde su labio inferior.

-Era entendible que no me creyeras, es tu madre Seung. ¿Has hablado con ella?- susurra tranquilo.

-Sí, pero me tomó mucho tiempo animarme a preguntarle. Me contó exactamente lo mismo que tú me has dicho. Ella es directa al momento de hablar. Por eso quiero que me perdones, J...-

No pudo terminar de hablar ya que el pelirrosa se lanzó a sus brazos, cayendo ambos sobre la cama.

-No tienes por qué pedirme disculpas, Seung. Fue un problema que tuve con tu madre y la comprendo. Éramos muy jóvenes. Principalmente tú que eras un niño inocente. Algún día hablaré con ella pero ahora quiero que me perdones tú por ocultarte la verdad- susurra sobre el cuello del castaño y sin poder evitarlo, unas lágrimas traicioneras se escabulleron desde su rostro hasta el hombro de Seung.

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