Capítulo 11 - Deshonesto

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Estaba en la cocina con la Sra. Briffen, dándole generosos mordiscos a mi tostada con huevo frito mientras estaba sentada en la encimera. Desde que llegué, sacaba beneficio frecuentemente sobre el hecho de que esta casa tenía un suministro sin fin de deliciosa comida. Era algo con lo que mi hermano soñaría. Literalmente, soñaba con ello.

La Sra. Briffen me habló sobre sus dos hijos y su hiperactividad mientras su cuchillo se deslizaba por el centro de un pepino. Se rió mientras rememoraba, dándome una sacudida cada vez que la afilada punta pasaba cerca de su rechoncho dedo.

Traté de igualar mi atención a la Sra. Briffen y mi tostada con huevo pero se me hacía cada vez más difícil con el fuerte y asqueroso olor que entraba a través de la pequeña abertura de la puerta de la cocina. El hedor era familiar y me trajo horribles recuerdos.

Estaba consciente de que Harry había vuelto de la universidad pero pensaba que estaba en el piso de arriba. O bien una parte de la casa se había incendiado o había bajado a la sala de estar y estaba haciendo algo absolutamente horrible.

Me dirigí a la sala de estar para encontrarlo haciendo exactamente lo que temía. El hedor era peor allí y estaba todo neblinoso. Mis fosas nasales no estaban acostumbradas al olor y sentí mi pecho apretarse mientras el humo entraba en i sistema. Mis manos subieron a mi nariz y boca rápidamente, protegiéndolos del asfixiante olor.

Harry estaba perezosamente sentado en el gran sofá de la habitación, el peso de su cuerpo desplomado y su mano derecha sosteniendo la tóxica substancia cerca de su boca.

“¿Qué estás haciendo?” Mi voz estaba amortiguada.

“Bueno, ¿tú qué crees?” Forzó una sonrisa que rápidamente desapareció.

“¿Por qué te haces esto a ti mismo?”

“Mi vida es una mierda de todos modos.” Dijo casualmente antes de que el cigarro volviera a su boca. “¿Algún problema?”

“N-no puedo soportar el olor.” Me las arreglé para decir y termina mi frase tosiendo.

“Entonces vete fuera o algo.”

Sacudí mi cabeza ligeramente. Volví mi espalda hacia él y comencé a alejarme. No era porque me preocupaba por su bien, solo no podía soportar el ambiente. Me encontré volviendo hacia Harry.

“Mi padre murió porque fumaba mucho. No puedo pensar en el hecho de que algunas personas se dejen enredar en cosas que saben que van a dañarles. Deberías parar.”

“¿Le preguntaste a papi alguna vez por qué lo hacía?” Harry se encorvó hacia delante, sentándose antes de descansar sus codos en sus muslos, el cigarro aún entre sus dedos.

“Bueno, era una niña y no entendía-”

“No lo entendías. Y no lo harás, cielo.” Dejó salir una pequeña nube de humo antes de que sus dedos libres recorrieran su desordenado cabello. “Por si no te has dado cuenta, el mundo no es tan inocente como crees. No son conejitos y arcoíris. De hecho, nunca es nada de esa mierda.”

“Lo entiendo.” Le dije. “Entiendo que la gente tiene problemas pero siempre podemos elegir. Podemos elegir tratar con ellos de otras maneras. De maneras más racionales.”

“Puedes si estás rodeado de gente a la que le importas una mierda.” Dejó escapar una pequeña risa antes de continuar. “¿Sabes? Eres la primera persona que me dice que deje de fumar.” Me miró de nuevo.

“Entonces tómalo como una buena señal.” Me encojo de hombros antes de toser de nuevo, el humo empezando a colarse por mis sentidos.

“¿Sabes lo que se siente al estar rodeado de gente que se pregunta constantemente que tienes en la cartera? Preguntó.

“Bueno, sí.” Estaba segura de que mi respuesta lo sorprendió. “Richard y sus hombres siempre revisaban nuestros ahorros y si teníamos un poco más de setecientos, siempre encontraba la manera de rebajarlo a quinientos. Nos quieren bajo su control, siempre.”

Me miró detenidamente después de que terminara de hablar, como si estuviera reflexionando sinceramente lo que acababa de decir. Tanto su fija mirada como mi repentino broto de confianza al hablar contribuyeron a que me sonrojara. Esperaba que no lo hubiera notado y tenía miedo de que pensara que era por otras razones.

Dejó salir un suspiro antes de echar un vistazo al cigarro el cual había encogido en buen trozo desde que nuestra conversación empezó. Su lengua pasó por su labio inferior mientras, aparentemente, deliberaba sobre algo. Estuve agradecida cuando lanzó el cigarro dentro del pequeño cenicero.

“¿Alguna vez has tenido cake pops?” Preguntó Harry mientras se levantaba del sofá y casi me quedé sin aliento. Inmediatamente volví a aquella noche. La noche que, obviamente, él no recordaba.

“¿Thalia?”

“¿Eh?” Volví a la realidad.

“Cake pops. ¿Los has probado?”

“Eh… no.”

“Bueno, están muy buenos.” Cogió las llaves de su coche y cabeceó hacia la puerta.

¿Quería que le siguiera fuera? No podía estar segura así que no me moví.

“Bueno, ¿Vienes o no?” Sonó de nuevo la voz de Harry. Su mensaje no podría ser más claro.

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VISTA DE LA SRA. BRIFFEN

Hacía casi una hora de que Harry y Thalia se habían ido. Se hacía raro el ver c Harry actuar diferente con Thalia. No recordaba la última vez que salió con una buena chica por unos pastelitos en vez de esos sitios con música ruidosa. Ella era demasiado pura para él, y sabía que se lo pensaría dos veces antes de intentar dañar ese escaso atributo.

Jeffrey y Manny habían dejado al menos cincuenta llamadas perdidas en mi móvil y estaba segura de que solo estaban jugando otra vez. Estaba marcando el número de casa para avisar a mi marido sobre la factura del teléfono cuando el timbre de la puerta empezó a sonar.

Miré a través de la mirilla para ver a Damian. O su hinchada cara estaba enormemente distorsionada por el cristal o estaba realmente enfadado.

“Señor Damian, qué sorpresa.” Di la bienvenida tímidamente mientras él entraba.

“Algo va mal.” Dijo, ahuecando su barbilla mientras iba de un lado a otro del vestíbulo. “¿Dónde está mi hijo? ¿Dónde está la chica?”

“Thalia está en la ducha. Harry no ha vuelto a casa todavía.”Mentí.

“Aparentemente Harry le dijo al hijo de Patrick que no había dormido con la chica.Debido a la falta de experiencia o algo parecido. ¿Por casualidad no sabrás nada de esto? ¿No, María?

“N-No.”

“María,” Forzó una sonrisa en medio de su evidente frustración, sus dientes amarillos dejándose ver. “Piensa en tus niños antes de contestar esta pregunta,” Dejó salir el aire. “¿Estoy pagando por nada?”

Baby Doll (Harry Styles) TraducidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora