Capítulo 12 - Ángeles mirando

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"Bien, siéntate." Harry insistió.

Me resistía a sentarme ya que todavía no estaba cien porciento cómoda con él. Ni siquiera sabía por qué me había traído. Pasar minutos en el carro con él hacía que los nervios me destruyeran por dentro. Pero me senté.

Harry puso el menú en la mesa cuando finalmente decidió qué pastel quería. Era divertido, a primera vista nunca se te ocurriría que verías a un tipo como él ir a una tienda de dulces para comer cake pops o muffins pero... ahí estaba. Con la confianza de siempre. Escogiendo un antojito para satisfacer su dulce gusto.

Un jóven mesero se acercó a nosotros cuando Harry levantó su mano. "Voy a querer estos cake pops. Menta y chocolate." 

"Buena elección." El mesero le sonrió antes de comenzar a garabatear su libreta. "Algo para bajar la comida?"

"Dénos un poco de cerveza de raíz." Él probablemente quería una bebida lo más parecido a una cerveza.

"Oh, me temo que nos hemos quedado sin eso. Tenemos limonada, la favorita de los clientes."

Los labios de Harry se fruncieron un poco mientras tomaba el menú de nuevo para ver las bebidas que ofrecían.

Sus cejas se estrecharon ligeramente, pequeñas arrugas se formaron debajo de éstas mientras leía a través del menú. Repentinamente tuve la urgencia de reír de lo serio que se veía. Noté que sus ojos eran verdes. Muy rara vez veía gente con ojos color verde. 

Sus ojos se dispararon para encontrarse con los míos y rápidamente miré hacia otro lado. Estaba tan avergonzada. ¿Lo había estado mirando fijamente todo el tiempo? No era mi intención. Era solo que... No había otra cosa qué mirar.

"Voy a querer una Coca de Dieta." Harry le dijo al mesero y me miró. "¿Quieres lo mismo?" Creí que él iba a ser el que decidiría todo.

"Sólo voy a querer agua."

"¿Agua? Eso es aburrido."

"No me gusta la Coca de Dieta."

Harry miró al mesero quien se estaba impacientando con nosotros. "Ya la oíste."

El mesero mostró una sonrisa forzada antes de comenzar a caminar lejos. Harry se inclinó hacia atrás en la silla, su postura era relajada. Entrelazó sus manos antes de ponerlas a descansar en su estómago. 

Sentí su mirada en mí y me sentí extraña. "Relájate." Dijo.

"¿Qué?" Lo miré.

"Siempre estás tan tensa. Suéltate." Sus hombros se levantaron un poco.

"Así es como soy."

"Entonces deberías cambiar. ¿Qué edad me habías dicho que tenías?"

"Diecisiete."

"Ves," Me apuntó con el dedo. "Me olvidé de eso. Sigo pensando que tienes unos cuarenta." Se rió de su propia broma.

"Es divertidísimo." Mantenía una cara seria.

Una sonrisa se apoderó de su rostro y recordé la vez que sus labios tocaron los míos. Un escalofrío me atravesó.

"Esta es la primera vez que veo una sonrisa en ti." Me dijo. "Deberías usarla más seguido."

Mi sonrisa involuntariamente se ensanchó con su mirada. ¿Cuál era mi problema? Bajé la mirada hacia los pequeños dibujos que se encontraban para distraerme de su sonrisa.

"¿Por qué me trajiste aquí?" Le pregunté.

Harry suspiró. "A veces es mejor estar con personas que sinceramente no les agradas, que estar con gente que pretende que le agradas."

Me encontré reflexionando acerca de lo que dijo. Había diferentes fragmentos de mi percepción hacia Harry. Luché contra ellos pero no hubo victoria. No estaba segura de cómo me sentía con él pero estaba segura de que no lo odiaba, una parte racional en mi constamente forzaba ese pensamiento pero simplemente no cedía.

El resto de la noche nos la pasamos banqueteando cake pops y unas cuantas delicias que Harry ordenó. Me permitió ordenar cualquier cosa que quisiera en la segunda ronda y lo decía en serio. Fue diferente esta noche. Era como si él no hubiera sido pa persona que se burló de mis cartas y las rompió. La tensión entre nosotros se suavizaba mientras pasaba el tiempo.

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"¿Han tenido una buena noche?" La Sra. Briffen nos saludó en cuanto entramos a la mansión.

"Estuvo bien." Harry se encogió de hombros antes de lanzar sus llaves sobre la mesa.  

Sin decir nada más, se dirigió hacia las escaleras. El portazo de la puerta sonó a través de los pasillos así como así, él se había ido para la noche. 

"¿Fue una cita?" Escuché a la Sra. Briffen preguntar.

Sentí el blanco de mis ojos ampliarse. "¿Cita? ¿Qué? ¡No!"

"Sólo preguntaba." Su sonrisa se desgastaba poco a poco y había algo en sus ojos, pero no quise averiguarlo. 

Estaba lista para ir a la cama. Era muy necesario ya que había perdido cuatro horas de sueño. Cuando giré la perilla de mi habitación, escuché pasos a lo lejos. Me detuve y me giré para ver a Harry. 

"Conoces esa... canción. Uh..." Comenzó.

"¿Canción?"

"La cosa que estabas cantando..."

"Oh, la canción de cuna." Esperaba no estarme sonrojando de nuevo.

"Sí. Eso. Uh..." Se frotaba la nuca. "¿Cuáles eran las palabras?"

"¿Por qué preguntas?" Le cuestioné, confundida.

"Es solo que mi mamá solía cantármela cuando estaba pequeño."

"Oh, es um... ángles mirando-"

"Cántala."

"¿Qué? Yo-"

"Solo cántala."

Tragué saliva. "Angels watching, e'er around thee, all though the night,'' pausé para inhalar. "Midnight slumber close surround thee, all though the night." Vocalicé temblorosamente, mi tono tranquilo perolo suficiente fuerte para que Harry oyera.

"Continúa. Eso no es todo." Demandó cuando paré. 

Humedecí mis labios. "Soft the drowsy hours are creeping,"

"Hill and dale in slumber sleeping." Harry cortó, continuando el siguiente verso. No había música en su voz.

"All through the night."

El verde fue distorsionado mientras las lágrimas llenaron sus ojos. Rápidamente las escondió frotando su cara.

"Es justo como ella la cantaba." Murmuró.

Nuestros ojos estaban cerrados y que permanecieron así durante un tiempo antes de que Harry me tomara debajo de mi barbilla. "Buenas noches, dulzura". Susurró antes de alejarse. Sentí mis adentros revolotear y mentalmente me maldije a mí misma por la reacción.

Baby Doll (Harry Styles) TraducidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora