Capítulo I

114 4 0
                                    

Otro verano había pasado y debía volver al colegio, este año no me daba miedo (o al menos eso creía) ver de nuevo a Sirius Black, si, el, quien había sido mi castigo durante tantos año el amor de mi vida a los ojos de todos menos de él, pero que más daba él era todo un don Juan y solo una dulce muchacha que intentaba llevar una amistad con los merodeadores y Lily Evans.

En el camino del colegio conocí también a Alba Dumbledore y no pensé que se convertiría en mi más grande aliada así como Hermione Granger, quien vino a esta época por un gira tiempo para aprender más de nosotros, aprender que, no lo sé pero ella era feliz y yo más teniéndola a mi lado era como mi centro, Lily mi corazón y Alba mi locura desenfrenada.

Me había perdido en el paisaje de la ventanilla del tren cuando una dulce mano tomo la mía y un rostro me sonrió con mucho cariño.

-Bella mi luna donde estas que no hablas- dijo una tenue voz pero muy varonil, yo sonreí y acaricie su rostro.

-Estoy aquí mi sol contigo- suspire intentando que no notara que me había quedado pensando en mi estadía en la misma casa que él.

-Ya mismo llegamos y no te has alistado-

-Tienes razón que despistada- me levante y me fui a cambiar de prisa cuando regrese me senté de nuevo junto a él.

-Hay ya deberíamos llegar estoy realmente cansa del viaje- dijo Lily bastante pesado.

-Yo solo quiero algo de comer y una cama- afirmo Hermione.

-Hay chicas vamos no sean así debemos ir al lago como todos los años en el primer día- sonreí y tome la mano de mi novio si, ese muchacho dulce Teddy Lupin era mi novio.

Había aparecido un año antes cuando mi desbocado corazón se partía por cada desprecio de Black, por cada chica que nos paseaba por delante, por cada rumor de que la noche anterior había pasado con alguien, así que el llego a mi vida como un bálsamo y me dio el amor que tanto había necesitado, y para mí, él fue mi vida entera.

Llegamos al castillo y bajamos del tren camino al gran comedor, Teddy beso mis labios dulcemente y se despidió, él era de otra casa y también de otra época, era el hijo de Nymphadora Tonks y Remus Lupin. Regreso a esta época para conocer a sus padres y sin pensarlo conoció el amor en mí y conocería también el dolor.

-Bueno vamos ya déjense de cursilerías- dijo Hermione rodando los ojos al cielo.

-Hay déjalos Mione se ven hermosos- añadió Lily con una sonrisa.

Negué con mi cabeza y sonreí a ambas para tomar sus manos e irnos a la Sala Común a cambiarnos de ropa para bajar al Gran comedor. En la habitación de chicas nos encontramos con Alba que nos inundó enseguida con su alegría incomparable. Nos alistamos y sin más bajamos al Comedor.

-Quiero un pastel- dije con una sonrisa –Tengo demasiadas ganas de uno de chocolate-

-Hay Bella deja de comer así o te pondrás gorda y lloraras porque Teddy te deje- dijo con una sonrisa mientras me halaba el cabello.

-Aaauu enana grosera ya déjame en paz-

-Ya basta- grito Lily –Solo se la pasan peleando ustedes dos cánsense.

Nos quedamos heladas sonriendo entre nosotras y nos sentamos en la mesa de Gryffindor, y para mi maldita suerte Sirius estaba sentado frente a mí. El director dio sus típicas palabras de bienvenida a los estudiantes nuevos y empezó el banquete de inmediato. Enseguida sentí unos ojos dorados sobre mí y sonreí viendo a la mesa de Hufflepuff, el me miraba enamorado y yo le correspondía igual, de pronto sentí un codazo en un costado y regrese a ver. Era Lily quien me hacía señas de que Black no me dejaba de ver, yo regrese mi mirada y al encontrarme con la suya me sonroje de inmediato.

-Señorita Laurent, porque tan distraída- dijo con media sonrisa y yo baje la mirada de inmediato.

-Pues eso no es algo que te diré Sirius- respondí con la misma sonrisa. El negó y me guiño el ojo.

-Sabía que este año se ve más hermosa- Me quede de hielo cuando dijo eso y negué bajando la cabeza sin decir nada.

Sus amigos se reían sonoramente al oír como aquel oji-gris me coqueteaba logrando que mis mejillas se enciendan enseguida, de prisa mis ojos rodaban a la mesa de la casa contraria para buscarlo y mirar como él se había dado cuenta de todo y negaba molesto. Baje de golpe la mirada para calmarme e intentar fallidamente no ser tan obvia.

Al salir del comedor me tomo del brazo y me llevo lejos de mi grupo de amigos, pude observar como de reojo Sirius me miraba y lo miraba a él con una sonrisa de desprecio en ese momento por primera vez sentí temor de él.

Sirius Black & YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora