Capítulo 10

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-Perdóname- fue lo único que se clavó en mi mente en ese momento sin entender que pasaba. Unos ojos grises se clavaron de pronto en mí con lágrimas. –Señorita Laurent- dijo con un hilo de voz.

-Sí, tu... yo... que hago aquí- miraba todo a mi alrededor confundida sin entender que había pasado, mire la cercanía de los dos y me separe de inmediato. Me levante y salí de aquel baño con mucha confusión, tome cosas que habían sobre la cama que al parecer traía cuando llegue, y salí sin mirar atrás.

-Adiós- susurro mientras se sentaba en la cama aun con lágrimas en los ojos.

Cuando cerré la puerta tras de mí no entendía porque estaba en la habitación de Sirius, mi respiración estaba agitada, mi corazón pegada duro contra mis costilla, cerré los ojos y apoye mi cabeza a la puerta llevándome la mano al pecho cuando sentí un collar, lo acaricie despacio y lo mire.

-De donde saliste tú- dije al collar mientras empezaba a bajar a la sala común sin entender aun que había pasado.

El día paso ligero entre sollozos recordando la carta que me había enviado Teddy, sentía un vacío aún más grande al no lograr comprender que hacía en la habitación de Sirius, y poco a poco se me iba olvidando su nombre también, al punto de solo quedar gravado en mi memoria unos ojos grises.

Ese día lo había pasado entre el gran comedor, la biblioteca y el lago. No quería ver a mis amigas no necesitaba regaños, es más quería estar completamente sola sentía que eso me calmaría. Llore, todo lo que tenía llore para poder liberar la opresión de mi pecho, cuando decidí calmarme lo que hice fue irme a mi habitación, quería dormir y dormir y dormir.

Entre a esta y para mi buena suerte no había nadie, así que me lance en la cama para cerrar mis ojos, mas no lo logre porque la puerta sonó.

-Voy, quien es- dije levantándome de la cama hasta la puerta, cuando la abrí mis ojos corrieron de prisa a unos ojos grises familiares que, lo recorrí lentamente con la mirada para darme cuenta de que tenía unos claveles blancos. –Hola, S..S.. – intente pronunciar pero en ese momento la cabeza me dio un golpe muy duro por dentro y solo acerté a quitarme de la entrada –Pasa, siéntate, dime en que puedo ayudarte-

-Sirius Black- pronuncio al ver mi dificultad de decir su nombre. -Era para entregarte estas flores- dijo en tono serio y después sonrió de lado. –Son de Teddy Lupin- sonó serio y después me regalo una débil sonrisa. Sirius Black haciendo mandados?

Sonreí avergonzada y tome las flores con mucha delicadeza para ponerlas en un florero –Pues creo que no sabes mentir Sirius- cada que pronunciaba ese nombre dolía mi cabeza mucho –Teddy se ha ido hace varias semanas ya y lo único que me ha dejado son cartas- puse las flores en agua y regrese a verlo triste. –Y la última no ha sido nada buena me ha dejado con el corazón en mi pedazos-

-Lamento escuchar eso señorita Laurent- dijo rolando los ojos al cielo y alejándose de mí lo más que podía. –Disculpe me tengo que ir- sonrió cordialmente y empezó a salir –Hasta luego-

Mire la escena sin entender que pasaba y mi corazón me dio un golpe duro en el pecho y corrí a detenerlo –No!, espera no te vayas- en ese momento me sonroje de golpe. –No sé porque me agradas, dime como supiste mi nombre si no te lo dije-

No me dijo nada, solamente me miró fijamente y su vista bajo al collar, se acercó a mi despacio y me beso dulcemente. –Hasta luego Bella- miro mis ojos, me sonrió y salió de prisa del lugar.

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⏰ Última actualización: Jan 18, 2017 ⏰

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