Dos meses más tarde...
Finalmente, he llegado a California. Creía que iba a comenzar a llorar en ese mismo instante, no lo podía creer. Tardé tres meses en volver, o más incluso. Mi padre estaba allí, con su infaltable sonrisa, había extrañado este aire, este perfume, este lugar.
Caminé sin despegar mi vista de él y me mantuve entre sus brazos no menos de un minuto, no quería soltarme, lo había extrañado demasiado. Por fin volvía a sentir esos confortables brazos a mi alrededor, aquellos en los que había dormido, llorado, aquellos que había golpeado y doblado cuando él me enseñaba "Defensa Personal".
-Oh, pequeña, Juliette.
-Papá -lo miré y volví a abrazarlo-. No sabes cuanto te eché de menos, pa.
-Ven, amor. Vamos a buscar las maletas antes que te topes con el amor de tu vida en el aeropuerto -él frotó mi espalda con su mano y yo apoyé mi cabeza en su hombro, era reconfortable estar así con él. De nuevo-.
***
-¡Sarah! -chillé ni bien bajé de la camioneta de mi padre-.
-Oh, Julie, cariño -me rodeó rápidamente mi abuela quién llevaba su delantal de cocina con un "La favorita de mi nieta"-. ¿Qué quieres hacer primero: comer, dormir, cabalgar?
-Creo que simplemente ir por Beet.
-Imagino, pequeña. Vé, luego vuelve que voy a servir el almuerzo.
Caminé lejos de la camioneta de la que mi padre bajaba mi equipaje y corrí hasta el granero del que Beet se había apropiado en sus primeros años y lugar donde él se refugiaba en la tarde luego de su paseo habituál que hoy no había dado para poder hacerlo conmigo cuando yo llegara.
-Hey, Beet. ¿Recuerdas a tu Julie? -el caballo relinchó y agitó sus patas antes de caminar hasta mí- ¿Qué hay, chico? ¿Te han cuidado bien? -acarició mi brazo con su cabeza y reí mientras peinaba su cabello miel-. No tienes idea de lo mucho que te he extrañado, a tí y nuestros paseos -comencé a cepillarlo sin dejar de hablarle, a él le fascinaba que la gente le hablara-. He conocido a alguien en Londres que apuesto le encantaría cabalgar contigo -sonreí-. Él me ha ayudado mucho a soportar estar lejos de aquí, ¿y sabes qué? Mañana cumplirá años y lamento no estar con él. Pero sé que a él le alegra que yo esté aquí, sabe cuán bien me hace estar contigo, Beet. Le he hablado de tí -acaricié su suave pelaje-. Y ancío que algún día puedas conocerlo. Él es adorable.
-¿Quién es adorable? -preguntó mi padre con las manos en sus bolsillos desde la puerta del granero- Juliette, ¿quién es ese chico?
-¿Qué haces aquí? -pregunté dejando el cepillo sobre las jaulas que había a un costado-.
-Sólo venía a decirte que el almuerzo ya está servido.
-Bien, ahora mismo voy.
-¿No dirás quién es ese chico? ¿Desde cuándo eres así? Tú siempre tratabas de hacer que yo te preguntara por Danny o por Jake.
-No quiero decirte, papá. Vamos a comer.
-No iré hasta que no me digas quién es ese chico.
-Bien, como quieras. Tengo hambre, adiós -canturré y caminé hasta la casa-.
-Juliette... -él insistió-
-Su nombre es Louis, Louis Tomlinson. ¿Estás feliz? -levanté mis brazos- Ahora ya puedes ir a almorzar-.
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I never told you - Louis Tomlinson fanfiction
FanfictionJuliette no se había imaginado que una persona con una vida completamente diferente a la suya sería quien más la entendiera. Louis jamás había pensado que alguien con tan buena vida podría ser tan vulnerable. Ninguno de ellos imaginó que la cosa m...