El regreso

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La paz podía sentirse día a día en la vida del principe saiyajin. Habían pasado tantos días sin sentir peligro al estar cerca de su maestro, que empezaba a considerar que toda esa atención que recibió, se había ido al olvido.

Su entrenamiento cobraba frutos de poco en poco y disfrutaba de poder pelear contra Goku y Wiss, aun si todavía era incapaz de vencerlos.

"Pronto será el día en que yo reclame el papel del ser más fuerte del universo." Se decía cuando buscaba darse ánimos.

Algunas veces, al irse a acostar, recordaba todo lo que le habían hecho pasar y sentía un extraño sentimiento apoderarse de el, uno que terminó por asociar al disgusto. Cuando era incapaz de dormir, se levantaba y dedicaba a entrenar en solitario.

Un día notó que su maestro no prestaba atención a su combate contra Kakarotto, si no que parecía inmerso en sus pensamientos.

Para sorpresa de Vegeta, Goku también lo notó y detuvo el enfrentamiento para acercarse a el.

-Wiss, ¿se encuentra todo bien?- Preguntó el saiyajin, con su rostro lleno de curiosidad.

Wiss apenas levantó la mirada antes de responder.

-Todo esta bien. ¿Por qué lo pregunta?-

-Es que todo este tiempo ha estado mirando al castillo sin ponernos atención.-

Por reflejo, Vegeta volteó al castillo, preguntándose como Kakarotto había notado eso antes que el.

Wiss mantuvo el silencio un momento, para después dejar salir una risita, levantándose de la silla de jardin donde se encontraba hasta ahora.

-Gracias por interesarse, pero solo pensaba algunas cosas. ¿Qué les parece si me uno al combate?- Dijo, ahora ya incorporado a su altura imponente.

Con la nueva emoción, Goku olvidó por completo su pregunta y voló de regreso con Vegeta, pidiéndole a Wiss que fuera rápido.

Reiniciaron la pelea, y como era de esperar, ni Vegeta ni Goku lograron atinar un golpe a su maestro, pero eso no los detuvo de seguir intentando.

Después de unos minutos de intentar pelear, Vegeta sintió algo extraño, un toque casual en su espalda o incluso una caricia en su pierna. Le tomó unos segundos entender que no se trataba de la torpeza de su compañero, si no de acercamientos por parte de su maestro.

Trató de ignorárlos, pero las caricias se volvían mas persistentes, al punto en que sentía pellizcos en diferentes puntos. Con la velocidad de Wiss, no era capaz de saber dónde lo atacaría después y, por lo tanto, tampoco podía detenerlo.

Empezando a sentir desesperación, Wiss se detuvo en seco, levantando una mano solo para atajar un golpe de Goku.

Giro la cabeza y observó atentamente el castillo. Goku y Vegeta voltearon también, este último un tanto desconcertado.

Unos segundo después, el suelo empezó a temblar y una de la paredes de una torre del lugar, explotó, dejando tras de sí una figura empolvada que gritaba.

-¿Por qué demonios hacen tanto ruido? ¡Me las van a pagar!- Bills salió volando de la habitación a medio destruir, en dirección a donde se encontraban los combatientes.

Ante el drástico cambio de situación, Vegeta solo atinó a huir, seguido por Goku y con las risotadas de Wiss como fondo.

Después de un par de horas, Bills se había tranquilizado y devoraba los trozos de pizza terrestre que Wiss le había ofrecido. Ambos observaban a los saiyajines que habían reanudado su combate, aunque mucho más cansados debido a su intento de huida.

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⏰ Última actualización: Nov 27, 2016 ⏰

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